En nuestra última conversación nos referimos al tema Jerarquía, entendiendo por Jerarquía el 5º Reino de la Naturaleza, aceptando como lógica la teoría de la evolución, tal como la razón la hace comprensible y la ciencia da su consentimiento objetivo. Al adentrarnos algo dentro del tema de la Jerarquía, automáticamente nos encontramos con misterios cada vez mayores que son como desafíos a nuestra capacidad de síntesis, la capacidad de comprender, la capacidad de amar y la capacidad de actuar. Este complemento, esta integración de lo que es la mente, de lo que es la voluntad, el amor, y la conducta, deben abrirnos forzosamente las puertas del reino, del 5º Reino de la Naturaleza.
El tema que vamos a adoptar como centro de nuestra conversación es el Misterio de los Siete Rayos. Los Siete Rayos, dentro de un contexto genuinamente esotérico, solamente pueden ser comprendidos utilizando el poder de la intuición, la capacidad de síntesis, porque la mayor parte de las ideas relacionadas con los Siete Rayos han de quedar forzosamente dentro de la nebulosa del conocimiento concreto actual.
No podemos comprobar muchas de sus ideas, tendremos que apelar, como digo, al sentido de síntesis y de la intuición a fin de determinar después, por vía objetiva, por vía psicológica, lo que hay que aceptar, lo que hay que rechazar, o lo que debemos dejar en suspenso dentro de una duda realmente inteligente.
Por ejemplo, si tenemos que hablar de los Siete Rayos, o de las Siete Corrientes de Vida que condicionan el Universo en donde vivimos, nos movemos y tenemos el ser, debemos iniciarnos dentro de la genealogía del Universo, cómo ha sido creado el universo, cuáles son sus orígenes fundamentales.
Se nos habla de la influencia de las Doce Constelaciones Siderales sobre nuestro Sistema Solar, se nos dice la relación que tenemos —tal como estamos concebidos como seres humanos, como unidad y dentro de un planeta— con estas constelaciones, y el poder investigador que puede determinar que todo cuanto se esté investigando pueda ser un día objetivo y pueda convertirse en un elemento psicológico dentro de la conducta. Si no podemos hacer objetiva alguna idea al menos de lo que significan los Siete Rayos, lógicamente no hay razón de investigar en este sentido, pero yo digo que si llegamos a la raíz de los Siete Rayos, llegaremos a la raíz de la propia contextura de nuestra naturaleza, nos conoceremos ya no en una triple dimensión, como nos conocemos actualmente, sino en todas las dimensiones posibles del espacio; y hablando de genealogía, debemos iniciarnos siempre según el gran axioma hermético de
igual es arriba que abajo,
igual es abajo que arriba
Lo que sucede en el corazón humano no es ni más ni menos que es una reproducción de lo que pasa en el Corazón Solar. El pensamiento humano no es sino una modificación limitada del gran concepto mental del Cosmos, y los Siete Rayos son expresión de siete corrientes de vida de la Divinidad que llegan a nosotros a través de los planetas sagrados y de otras constelaciones que están más allá de nuestro sistema solar.
El fundamento de nuestro Universo se basa, como toda teología universal, en la conjunción magnética que ofrecen la Constelación de la Osa Mayor, la Constelación de las Pléyades, y una estrella de la Constelación del Can, la gran Estrella Sirio.
Se nos dice, esotéricamente, que nuestro Sistema Solar, con todo su contenido, es el resultado de una unión magnética a extremos inconcebibles para nuestra mente, dentro de la cual el poder positivo de la Constelación de la Osa Mayor, utilizando el poder cósmico de la concepción magnética de los mundos, deposita la simiente en la gran Constelación de las Pléyades, que tal como se puede leer en cualquier libro sagrado, iniciándonos en el Vedanta o en los Upanishads, nos dice:
Las Siete Estrellas de la Constelación de las Pléyades son las esposas de los grandes Rishis de la Osa Mayor.
No es una coincidencia que nuestro Universo sea septenario, cuando el Padre Creador, la Osa Mayor, son siete estrellas de orden positivo, y el aspecto material o aspecto femenino, facilitado por las siete estrellas de las Pléyades, las esposas de los grandes Rishis, se convierten en la simiente que después a través de la estrella Sirio da vida a nuestro Universo.
Entonces, ya empezamos de hecho a analizar nuestro Universo desde este de punto de vista septenario. Todo cuanto ocurre en nuestro Universo está regido por este número sagrado, el siete, el cual está en la constitución de todo el colorido de la Naturaleza, y de toda la gama de sonidos musicales, y de todas las formas geométricas, está en la base de todas las cosas.
Dándonos cuenta, que toda cosa creada puede ser conceptuada según tres aspectos fundamentales:
- una vida que tiene el propósito de manifestarse;
- una materia que debe dar la apariencia, la forma a esta idea o esta voluntad esencial;
- una cualidad que es la que surge cuando el espíritu se introduce en la materia.
Luego al hablar de Siete Rayos lo haremos en términos de cualidad, en términos de conciencia, y determinamos así que lo que informa, que lo que da vida a nuestro Universo, es una entidad psicológica que se manifiesta a través de siete corrientes de vida, de siete cualidades fundamentales que pueden ser catalogadas, que pueden ser medidas, según las palabras del Génesis: “Hágase la Luz” y la respuesta de los mundos: “Sea hecha Tu Voluntad”, que constituyen siete palabras mágicas, siete palabras que reproducen la voz inicial, y que constituyen de hecho los planos de la Naturaleza, desde el físico hasta el divino, que informa la vida de Siete Señores que se manifiestan, los Siete Espíritus ante el Trono de la Divinidad, que deben revelar las cualidades subjetivas, psicológicas de la Divinidad.
Las siete corrientes de vida transformadas muy luego en los siete reinos de la naturaleza, en las siete dimensiones del espacio, en las siete humanidades, o siete razas humanas que concurren en la evolución de nuestro planeta, las siete subrazas aliadas a cada una de las razas, los siete planetas sagrados que son, por así decirlo, los cuerpos que utilizan ciertas potestades planetarias expresando esta conciencia unificadora del Dios de nuestro Universo.
Teniendo en cuenta que cada vez que el hombre pronuncia el nombre de Dios, tratando de investigar, tratando de orar, tratando de expresar la sublimidad inconcebible de su grandiosa magnificencia, se está refiriendo única y exclusivamente —porque su mente no puede ascender más— al Señor de este Universo, constituido por un sol central y doce planetas, conociendo solamente diez planetas, tres planetas visibles y dos invisibles. Los que llamamos planetas sagrados son los que constituyen la fuerza de la conciencia expresadas a través de siete entidades psicológicas que dan a la vida un colorido especial.
Por ejemplo, el colorido especial o los matices piscológicos:
- El 1er Rayo es la Voluntad, el poder dinámico de la existencia manifestada a través del planeta Vulcano como planeta sagrado.
- El 2º Rayo es el Rayo de Amor-Sabiduría, el Rayo Incluyente, el amor es incluyente, porque es el Rayo del propio Señor de este Universo, siendo el Señor de Júpiter quien representa al 2º Rayo, es el Rayo de la Sensibilidad, es el Rayo de la Unión.
- El 3er Rayo es el Rayo de la Inteligencia Activa, se manifiesta a través del planeta Saturno como planeta sagrado, siendo Saturno el que alía la Voluntad de Dios y su Amor para crear las formas inteligentemente.
- El 4º Rayo es el Rayo de la Armonía, el Rayo de la Belleza, el Rayo de Equilibrio, se manifiesta a través de Mercurio, el gran Señor de la mente, de la mente superior.
- El 5º Rayo es el Rayo de la Ciencia, el Rayo de Expresión Objetiva de la Naturaleza, se manifiesta, paradójicamente, por medio del Señor de Venus, siendo Venus el Señor del quinto principio cósmico, aquél que como Prometeos del Cosmos trajeron el fuego mental —los Ángeles Solares— en los primeros días de la humanidad terrestre.
- El 6º Rayo es el Rayo de la Devoción, el Rayo del Idealismo Creador, se manifiesta preponderantemente por medio del planeta Neptuno.
- El 7º Rayo, el de la Organización, del Ceremonial, de la Magia Creadora, aquél que cumplimenta la última palabra del Señor cuando se dice: “Hágase la Luz” y al final el 7º Rayo dice: “La Luz ha sido hecha”, es el Rayo que cierra el ciclo de la evolución.
Esos siete planetas sagrados son, por así decirlo, los centros, los chacras de este Dios de nuestro Universo, a través de estos planetas manifiesta las cualidades de Su Vida, y es así como la evolución a través de estos matices nos da una idea aunque sea pálida de la Gloria de la Divinidad. Siete planetas sagrados, tres planetas no-sagrados, la Tierra, Marte y Plutón, que pertenecen indistintamente según la variación magnética de las constelaciones.
La Tierra, nuestro planeta, pertenece al 3er Rayo, ¿qué significa esto? Que la cualidad distintiva de nuestro planeta es la inteligencia, el hombre debe aprender a amar antes de amar, así como otros planetas de este sistema solar o de otros sistemas utilizan el amor como fuerza de expansión, nuestro planeta crece a través de la inteligencia.
Plutón es un planeta de 1er Rayo, es el sustituto de Vulcano, es el que utiliza el Señor de Vulcano para llegar a la humanidad que todavía no está perfeccionada para que no sea tan potente el estímulo. Un estímulo espiritual muy potente puede destruir las formas, como ocurre con la fuerza de 1er Rayo.
El 1er Rayo es el de la voluntad, el del dinamismo, pero, al propio tiempo, es el rayo de la destrucción; un sólo y pequeño rayo filtrado a la humanidad por intercesión de las grandes Potestades cósmicas originó el hundimiento de la Atlántida. Este rayo tiene tan tremendas repercusiones cósmicas que todavía no está en manifestación, es demasiado potente esta radiación para que la humanidad, e incluso el Logos planetario, puedan soportarla.
Todo cuanto existe de manifestación en nuestro Universo son solamente subrayos o subtonos del 1er Rayo, subtonos de esta nota magnífica, incluyente y constructora y, al propio tiempo, destructora que ofrece el 1er Rayo.
El 2º Rayo, según se nos dice, empezó a actuar 1575 años después de Cristo; no podremos probar estos datos si no son facilitados por mentes iluminadas que, según se nos dice, pueden leer en la luz astral de los hechos o en la Memoria Cósmica de la Naturaleza.
El 3er Rayo empezó a actuar el año 1425 después de Cristo.
El 4º Rayo, tal como lo conocemos en su aspecto de armonía, en su aspecto constructor de equilibrios subyacentes en todas las cosas, no entrará en función hasta el año 2025, según cómputos esotéricos del tiempo, tampoco podemos probarlo, pero un subrayo, el 4º subrayo de este 4º Rayo originó aquel fenómeno artístico del Renacimiento. Solamente para dar una expresión de la fortaleza, de las cualidades magníficas de estos rayos de poder que vienen del Cosmos a través de los planetas sagrados y representando cualidades distintas de una Vida central que llamamos Dios.
El 5º Rayo, el Rayo de la Ciencia, empezó a actuar en nuestro planeta el año 1775 después de Cristo —siempre es después de Cristo—. Antes no han actuado más que subrayos de este rayo, por lo tanto, ahora está empezando a actuar plenamente dentro del primer decanato de este rayo la fuerza expansiva que llega a nosotros, primero, porque el 5ª Rayo de la Ciencia se corresponde automáticamente por ley cabalística de signos numéricos con la 5ª Raza Aria a la cual pertenecemos, y a la 5ª subraza de esta Raza Aria. Por lo tanto, hay que esperar modificaciones constantes dentro de lo que entendemos por ciencia, que ya se prolongará hasta finales de la Era de Acuario.
El 6º Rayo comenzó (a declinar) en el año 1625 después de Cristo, dando lugar hace dos mil años a este fenómeno que entendemos por Cristianismo. El 6º Rayo de Devoción a un ideal hasta el fanatismo por la fuerza mística del rayo, está actuando desde esta fecha y trata de hacerlo constantemente, pero se nos dice que está desapareciendo lentamente debido a que la persona se hace cada vez más incluyente, más sintética y se acerca más a los demás.
Por el contrario, está entrando el 7º Rayo, el Rayo del Orden, el Rayo de la Ceremonia Mágica, el rayo del complemento, el rayo de la realización a través del planeta Urano. Dense cuenta que la Era de Acuario está regida por el planeta Urano, siendo Urano el signo que está rigiendo los destinos de Rusia. Rusia, Acuario, actuando completamente dentro de la línea de 7º Rayo, tenía que dar una cosa nueva al mundo, tal como así ha sido, aunque la contextura, la expresión sea imperfecta. No significa nada, somos imperfectos todavía, pero la fuerza del rayo ha dado este nuevo tamiz a la naturaleza humana, deparando la singularidad del principio que puede ser con el tiempo la panacea universal, tal como han soñado los artistas, los poetas de todos los tiempos.
La resultante de la paz es lo que debe darnos el complemento de la vida, y si empezamos a pensar en términos de rayo, teniendo en cuenta que los rayos tienen su complemento dentro de la naturaleza humana, y que el rayo de poder está actuando sobre individuos, los están llevando progresivamente a síntesis de poder, como por ejemplo el 1er Rayo expresado a través de un ser humano debe dar forzosamente un temperamento amante de la política, porque la política es una expresión del 1er Rayo, porque se controlan los destinos de los pueblos; no hablo de políticos, hablo de política como instrumento, de la Divinidad de 1er Rayo para manifestar Su Plan aquí en la Tierra.
No sucede lo mismo con el 2º Rayo, el 2º Rayo de Amor, de misticismo acendrado, de amor fraternal, debe ser simplemente la religión su punto de anclaje en el mundo, y no hablamos de religiones, hablo de Religión: el sentido religioso del ser humano que lleva adelante el proceso místico de la vida tratando de unificar los corazones, tal como indica el término religioso religare en su raíz latina, que implica el sentido de abrazar, el sentido de unir, de complementar constantemente.
En cuanto al 3er Rayo, el Rayo de la Inteligencia Activa, nos da forzosamente los tipos psicológicos que son filósofos, psicólogos en todas sus manifestaciones. Un psicólogo está regido por la fuerza del 3er Rayo, un filósofo también, pero el filósofo busca las partes subjetivas del 3er Rayo, en tanto que el psicólogo busca las partes objetivas detalladas para poder curar, para poder sanar, para poder comprender a los seres humanos.
El 4º Rayo nos da la armonía, la belleza de la creación, y es sencillamente el artista, el verdadero artista, quien complementa en su vida psicológica la fuerza mística del 4º Rayo. No hay ningún ser con temperamento artístico que no tenga un poderoso matiz del 4º Rayo.
El 5º Rayo se manifiesta psicológicamente en el intelecto, la mente concreta del científico. Desde el año 1775 se nos dice empezó a actuar el 5º Rayo, y después todo cuanto ha venido hacia aquí, en tanto la fuerza de este rayo se iba adentrando dentro de la humanidad, esta fuerza mística que ha dado por resultado la ciencia de nuestros días. Por ejemplo, la teoría de la relatividad de Einstein fue un aspecto místico del 5º Rayo que la mente privilegiada de Einstein pudo lograr captar. Sobre esto ha sido una teoría fantástica a través de la marcha, la luz y el complemento, pero todo esto no es ni más ni menos que el comienzo de la ciencia. Luego, los científicos del próximo siglo que entrarán en el primer decanato de la Era de Acuario tendrán que actuar con valores sintéticos, intelectuales y científicos que escapan absolutamente nuestra comprensión actual. La computadora, la televisión, los reactores, serán una cosa limitada dentro de cien años, por ejemplo, debido a la influencia del 5º Rayo que hace objetivo todo cuanto planea la Divinidad, la Entidad psicológica que da vida a este Universo.
El 6º Rayo es un rayo de gran poder porque es el rayo que utiliza como subrayo la propia Divinidad del Universo, es un 2º Rayo de amor manifestando su naturaleza divina a través de la expresión del 6º Rayo; siendo este 6º Rayo mal enfocado el que ha determinado las grandes persecuciones religiosas de todos los tiempos y, al propio tiempo, ha sido la fuerza misteriosa de este rayo la que ha creado la gloria del cristianismo, pero cuando hablo del cristianismo me estoy refiriendo al 2º subrayo de este Rayo, que fue el que utilizó Cristo a su paso histórico por la Tierra, y que aún perdura su fragancia entre nosotros.
El 7º Rayo lo hemos dicho muchas veces, es el Rayo de la Magia, el Rayo de la Creación. ¿De qué nos sirve la idea si no podemos instrumentarla, si no podemos hacerla objetiva, si no podemos representarla objetivamente creando un móvil aquí que puede regir ostensiblemente nuestra conducta? Lo que decíamos antes, ¿de qué nos sirven las ideas si no puede existir la representación objetiva?, ¿qué importa la actitud de una conciencia si no existe la conducta? La conducta, como decimos siempre, es la base de la comprensión de las ideas. Si vamos a analizar los Rayos en su función con respecto a la Naturaleza, buscando lo más asequible a nuestra mente, empezaremos diciendo que el Espíritu de Dios, el 1er Rayo, debe manifestarse en la materia con toda su pureza e integridad, el campo de batalla de todos los buscadores mundiales en no importa qué nivel, plano o dimensión, es el plano físico.
El plano físico es el instrumento del 7º Rayo.
El 6º Rayo da vida al plano astral, al plano de las emociones, de los sentimientos.
El 5º Rayo da vida a la mente, es el rayo de la mente, manas, tal como se nos dice dentro del contexto teosófico.
El 4º Rayo se manifiesta en el plano búdico, siendo este plano el primer plano que encontramos dentro de la línea ascensional de la vida que produce integración, la integración de las formas dentro del principio de vida.
El 6º Rayo, en este caso subiendo hacia arriba también, nos da una aspiración hacia el ideal. Toda persona que mira hacia arriba está utilizando el 6º Rayo, mirando hacia arriba en un sentido trascendente, mirando este Centro Coronario -esto es aspiración-, está regido siempre por la fuerza del 6º Rayo.
Pero existe un punto místico que es el 1er Rayo cuando se utiliza a través de una mente intelectual positiva o bien cuando se… (corte de sonido) … el Rayo del Espíritu de Dios manifestado a través de todo el contexto hasta llegar al rayo físico, al que manifestamos con nuestra conducta, a través de nuestro cuerpo; y el 3er Rayo, el Rayo de la Inteligencia Creadora, que está utilizando constantemente la mente superior del individuo manifestándose en manas.
Tenemos que los Siete Planos de la Naturaleza, los Siete Rishis conductores de la fuerza mística o psicológica de su propia naturaleza, las dimensiones del espacio, los colores, los sonidos, todo tiene que ver con la expresión vital de la entidad psicológica de cada plano.
Así, por ejemplo, el plano divino manifiesta la fuerza de la voluntad para crear los mundos. Cada mundo está regido por un Arcángel, un Mahadeva, como se nos dice en esoterismo, siendo un Mahadeva el sentido instrumental de la entidad que recogiendo el aliento de la Divinidad, la gran triplicidad de Vida, Cualidad y Apariencia está dándonos la noción del Cosmos, haciendo objetivo todo cuanto existe en el plano.
El 2º Rayo, el Rayo del Amor tendrá forzosamente como todos los rayos el rayo típico de la entidad psicológica que manifiesta esta fuerza más un Arcángel, Señor de un plano, que crea las formas dentro de ese plano; y lo mismo ocurre en todos los planos de la Naturaleza. Tenemos una Entidad Solar, una entidad que representa al Dios para manifestar un aspecto de su propia característica o de su propio valor intelectual, moral y divino, en toda su manifestación posible. Todo cuanto existe a partir de aquí no es más que un intento del hombre de glosar este conjunto a través de su vida humana, y si a través de esta vida humana —que todos conocemos—no puede expresar la gloria de alguno de los rayos, es que no ha comprendido todavía el sentido de la vida.
El deber de todo ser humano es hallar los límites de su propia concepción intelectual, y si es posible trabajar dentro de este círculo cerrado, tratando constantemente de descubrir, que no piense ascender demasiado dentro de la ley de los rayos sin conocer ante todo el rayo de su mente, para de esta manera saber enfocar inteligentemente la dirección de su propia característica, de su propio colorido, siendo la dirección aquello que en todos los terrenos místicos, filosóficos y religiosos llamamos el Sendero, que no es otra cosa que el intento del hombre de alcanzar a aquel Ser dentro de su propia línea de rayo, establecer contacto con él y penetrar a través de él dentro del 5º Reino de la Naturaleza.
Ya estamos como siempre en lo mismo, hasta aquí hemos dado una visión de conjunto de todo cuanto puede ser dicho. Desde que empezamos estas conversaciones hemos estado hablando constantemente de los rayos, no hemos dado el nombre del rayo, pero todos tenemos nuestro propio rayo, todos tenemos psicológicamente un punto de unión con alguna entidad planetaria, todos tenemos una propensión hacia algo superior, teniendo en cuenta que esta fuerza superior que atrae toda nuestra comprensión, entendimiento y voluntad, es un Señor de Rayo dentro del cual nosotros vivimos, nos movemos y tenemos el ser, teniendo en cuenta que como instrumentos de la Divinidad todos estamos llegando a un punto de síntesis dentro del cual tendremos que expresar modélicamente la fuerza de un rayo.
Cada reino tiene su propia función; el reino mineral tiene la función de complementar en la materia más pesada la misma voluntad de Dios que manifiesta el 2º subplano, el Plano del Amor Universal. Dense cuenta que todo el Universo no es sino la expresión de un aspecto de la Divinidad, que los planos son representaciones objetivas de esta Divinidad, que los reinos de la naturaleza dentro de este plano están tratando de cumplimentar esta fuerza mágica de la evolución, y que cuando el ser humano llega a cierto punto en que se hace consciente de sí mismo empieza ya a modelar para su propio Señor de Rayo un campo de posibilidades.
Luego tenemos la responsabilidad de crear un camino para los rayos, si nuestra tendencia es hacia la política, seamos buenos políticos, si nuestro punto de anclaje es la religión, seamos realmente religiosos, no seamos dogmáticos, seamos personas libres dentro de la religión, no creemos estructuras para quedar presos dentro de las mismas, no creemos organizaciones, creemos organismos, ésta es la base de un rayo.
Si somos filósofos busquemos activamente la verdad, y si somos científicos tratemos de revelarla objetivamente, si somos artistas que la gran fuerza de este misterio latente de armonía en el Universo pueda manifestarse plenamente a través de nuestras características humanas. Si somos devotos, la devoción es extraordinaria, pero no podemos prestar la devoción a las cosas pasajeras, depositemos el corazón en cosas grandes y elevadas para poder salir así de este sentido limitador de la vida, y si queremos ser realmente buenos discípulos empecemos por aplicar correctamente la magia.
Hemos estado hablando de magia durante varias conversaciones, estableciendo siempre como nota la que hemos dicho al principio. Ustedes se darán cuenta de la analogía que existe entre lo que hoy hacemos objetivo con lo subjetivo que hemos dicho en anteriores conversaciones. Por ejemplo, la magia, explicada así en forma sencilla, no es más que un sonido convertido en color que da forma a algo geométrico. Así es el Universo, luego la magia empieza con la propia Divinidad al crear de Sí mismo, al generar de Sí mismo el Universo está creando la magia, y cada uno de los Señores de Rayo y cada uno de los Mahadevas de Plano está creando su propia magia, creando su propio sentido de valores psicológicos, desde el valor más elevado hasta el más bajo dentro de este plano.
Siendo así que la vida, la apariencia y la cualidad que adorna esta apariencia es magia, y ahora mismo que estoy hablando y estáis escuchando estamos creando magia, porque todo es magia, estamos trabajando conjuntamente con los Siete Rayos, porque aquí habrá rayos de todas las clases. Estamos en silencio. Por lo tanto, el rayo es complemento el uno del otro, porque los Siete Rayos, los mismos colores del espectro solar se confunden sintéticamente en la luz blanca, y las siete notas fundamentales de la música también dan una sola nota típica, es la nota típica del rayo creador, y así constantemente nos daríamos cuenta de que estamos actuando mágicamente en todo momento. Y la magia, como digo, empezará a ser un hecho científico en el primer decanato de la Era de Acuario, dentro del cual ya nos hemos introducido y, Acuario, regente de esta gran fuerza de constelación, va a dar la medida de todo lo que puede significar la magia -el 7º Rayo- de llevar a la conducta humana lo que es la gloria de la Divinidad, que es lo que han cantado los santos, los místicos, los filósofos de todos los tiempos, diciendo que somos un arquetipo de la Divinidad y que todos estamos buscando este arquetipo, siendo nuestro deber, nuestra responsabilidad, alcanzar ese arquetipo y demostrar la propia pureza de rayo en nuestra vida.
Si hay pureza de expresión de rayo no puede existir la guerra. La guerra es el resultado de la incomprensión de los rayos, son rayos diferentes; el rayo de una nación con respecto al de otra nación choca porque es diferente, porque todavía no se ha llegado al punto de vida, se está luchando todavía en el mundo de las apariencias, y el primer paso obligado es entrar en el camino de la cualidad.
Ahora estamos representando conjuntamente una cualidad, la cualidad de síntesis, la cualidad de 2º Rayo, el rayo del afecto creador. Estamos unificando los corazones, ustedes están atentos y en esta atención están creando una música espiritual que está manifestando la fuerza del 4º Rayo. Atención, fuerza del 1er Rayo, y lo que suscita el afecto que produce la palabra y la resonancia en nuestro interior se convierte después en la fuerza de 7º Rayo en la conducta. Por tanto, si hay una atención profunda en nuestra vida en todo cuanto realicemos, estamos invocando la fuerza del Rayo más grande del Universo: el 1er Rayo, el Rayo de la Voluntad Dinámica del Universo, que es el que crea y, al propio tiempo, destruye lo no esencial.
Toda persona bien orientada, toda persona que va perdiendo paulatinamente los matices diferenciadores de su propia apariencia, está dotando a su vida del poder destructor de las limitaciones está bajo la influencia de este rayo.
Si podemos utilizar esta fuerza mágica de realización, si podemos introducir la fuerza de un rayo en nuestra conducta, automáticamente convertiremos nuestro ambiente en algo ideal, en un punto de confluencia de toda la fuerza mística de los rayos, porque cada rayo de la naturaleza es un subrayo del Rayo de Amor, y a través del propio rayo cada cual debe glosar en sí psicológicamente la fuerza, el ideal, el determinismo, la cualidad, la vida de lo que es esa Entidad psicológica que gobierna un Plano, un Reino y una Dimensión.
¿Qué pasará cuando se conozca activamente la fuerza positiva de los rayos? ¿Qué pasará cuando los rayos se hayan introducido tan audazmente en nuestra vida que nos transfigure, sencillamente? Que no habrá guerras, habrá otro tipo de civilización.
Dense cuenta de que todo cuanto signifique creación viene inspirado por un motivo mágico, por el motivo de demostrar algo que llevamos dentro, cuando podemos demostrar dentro de nuestra conducta -a través de nuestra conducta- la fuerza de un rayo automáticamente nos convertimos en la vanguardia del Señor de nuestro propio rayo.
Estoy seguro de que esta visión de conjunto que, detalladamente iremos profundizando en conversaciones posteriores, darán siquiera una vislumbre de lo que significa Rayo, entendiendo por rayo Cualidad, la cualidad de la Divinidad manifestando un aspecto de su Vida a través de los planos, a través de las dimensiones, a través de los reinos de la naturaleza, a través de los seres humanos y a través de todo el contenido universal. Es, por tanto, el motivo esencial de nuestra vida, el propósito por el cual estamos aquí sufriendo este calor horroroso de hoy, aquí de esta manera, la fuerza invicta del propio rayo que anhela manifestar su propia plenitud, tratando de unificar las diferentes zonas de cada rayo para que pueda emerger un nuevo tipo de civilización, a fin de que un día nuestro planeta también pueda ser un planeta sagrado.
Quizás tenga que decir lo que hay que entender, esotéricamente, por planeta sagrado. Un planeta sagrado, a diferencia de un planeta no-sagrado, implica que el Regente de este planeta ha adquirido técnicamente la 5ª Iniciación Cósmica, en tanto que un planeta no-sagrado –como nuestro pequeño planeta- a través de su Logos planetario solamente puede demostrar la 3ª Iniciación.
Esto significa que el Señor Planetario psicológico de un planeta sagrado domina la 5ª Dimensión Cósmica, de la misma manera que un Maestro de Compasión y de Sabiduría domina la quinta expresión, dimensión planetaria, y que un Logos Planetario de nuestro Esquema terrestre o, del de Marte o, de Plutón, solamente está expresando la 3ª Iniciación Cósmica, o sea, que se pueden mover solamente dentro de los ámbitos del Sistema Solar, de tres dimensiones, objetivamente hablando, y que cuando ha triunfado de la iniciación final de lo que llamamos evolución terrestre, tendremos que luchar después con las iniciaciones del Cosmos.
Solamente estamos aquí preparando el camino para la iniciación, entendiendo objetivamente por iniciación, para todos cuantos estamos aquí, la entrada en el 5º Reino de la Naturaleza, en el 5º Reino de las Almas Liberadas, o el dominio de la 5ª Dimensión Planetaria.
Para que se den cuenta del tremendo avance psicológico que significa lo que acabo de decir tengan en cuenta que, recién ahora, empieza la ciencia a preocuparse de la 4ª Dimensión. Esto implica un desafío, como siempre, a nuestra capacidad de pensadores, a nuestro libre albedrío que nos permite movernos dentro de las dimensiones conocidas, más la audacia y al propio tiempo la responsabilidad de traspasar los límites impuestos por el espacio y el tiempo, y penetrar conscientemente en la 4ª Dimensión prosiguiendo el camino a través del místico sendero en todas las dimensiones del espacio, significa que tendremos que preparar los centros etéricos de nuestro cuerpo para nuestra elevación, y que las glándulas endocrinas, también en número de siete, tendrán que representar esta fuerza.
Es un trabajo enorme, un trabajo de titanes, es el mismo trabajo que realizó el gran iniciado Hércules, que tuvo que dar la fuerza de las doce ruedas del Zodíaco trabajando en cada signo, siendo perfecto en cada signo. Es el único dentro del Sistema Solar que ha hecho esta proeza. Hércules trabajo en doce signos y a todos los representó, fue el hombre que representó perfectamente los doce signos zodiacales con toda perfección, los siete planetas sagrados, y la voz solar.
Se dice que Buda y Cristo sólo representaron ocho trabajos. Esto les dará cuenta a ustedes de lo que hay por delante de nosotros, esta programación incesante de la vida que nos da solamente una pequeña perspectiva y que nos da objetivamente en el mundo de los fenómenos, unos puntos inmediatos de llegada que, naturalmente, se convierten en ilusiones, porque vemos que no es éste nuestro destino sino que nuestro destino es propagarnos hacia el infinito. Ahora son ustedes los que tienen que hablar.
Interlocutor. — Acaba de decir el amigo Vicente una cosa muy interesante refiriéndose a Hércules y sus doce trabajos. Yo pregunto: ¿éste personaje tan popular en la mitología romana, que nos ha llegado a nosotros a través de la mitología latina, ha existido realmente, o es un ente mitológico?
Vicente. — No, no. Hércules ha existido realmente. Según se nos dice –esto con la debida reverencia hacia ustedes, y ustedes con la atención de creer solamente lo que sea asequible a su razón– que tanto Hércules o Hermes Trismegisto –es lo mismo–, como Buda, como Cristo, son producto de una evolución superior que no pertenece a nuestro planeta, por lo tanto, vinieron siempre en plan de salvadores. Ahora bien, todos los seres humanos deben realizar ese trabajo de perfección de los signos astrológicos, o sea, perfeccionar en sí la expresión psicológica de cada una de las constelaciones siderales. Es decir, de Aries, Tauro, Géminis… y todo el círculo hasta llegar a Acuario (Piscis). Cuando se nos dice Cristo y sus discípulos, Cristo representa el mito solar y los doce discípulos representan también las doce constelaciones. Lo mismo ocurre con los doce meses del año, o con los doce hijos de Jacob. Ese doce siempre está en relación con las constelaciones y, si mal no recuerdo, he dicho que en nuestro Sistema Solar tienen que manifestarse doce planetas sagrados. Solamente hay siete planetas sagrados, tres planetas no-sagrados y dos planetas que todavía no han surgido objetivamente a la existencia y que, por lo tanto, astronómicamente no son conocidos, que es lo que conturba en el mapa natal de ciertas personas, que no se sabe qué pasa, de ahí que la astrología del futuro deberá basarse también en los planetas sagrados, en los planetas no-sagrados y en dos planetas que ahora actúan solamente a través del Sol y de la Luna, siendo expresiones estos dos planetas desconocidos de las fuerzas del 4º y del 1er Rayo. Así que muchas perturbaciones astrológicas son debidas precisamente a esos planetas desconocidos. Pero, vamos a lo esencial, el ser humano nace según la guía astrológica de un signo, el que sea, cada cual sabe su propio signo, si perfecciona su propio signo habrá realizado un Trabajo de Hércules. Ahora bien, ustedes acojan a Hércules como un mito o como una realidad, pero si nos atenemos a la evolución, hay que darse cuenta de que debemos ser perfectos en cada signo antes de que pasemos a otra Ronda planetaria o cósmica. Es decir, que cada cual a través de las vinculaciones de los rayos, a través del signo astrológico, a través de su ascendente solar tendrá en su poder las tres fuerzas mágicas que dan la Vida, la Cualidad y la Apariencia. La apariencia es el signo astrológico de la personalidad, lo que conocemos, pero existe además la astrología del Ego o del Alma, y la astrología del Espíritu, y esto solamente será posible cuando interesados en descubrir el mecanismo del corazón humano y entremos audazmente en el estudio de los Siete Rayos, demostrando entonces cada cual la fuerza de un rayo manifestándose a través de un signo astrológico. ¿Se dan cuenta de la maravilla? Y tratando que los rayos que los condicionen sean rayos regidos por un planeta sagrado y no por un planeta no-sagrado. Ahora bien, si se dan cuenta del mecanismo, si se dan cuenta de lo que dije en mi conversación anterior de que el chacra cardíaco si se ve esotéricamente o se ve a través de la clarividencia es una rueda de color azul, matizado por doce signos, marcados doce arcos, doce rayos, doce expresiones de la propia Divinidad, nos daremos cuenta del trabajo a realizar que está todo en el corazón, de sentir, de profundizar, de dejar que vaya la mente hacia delante, dejar que el corazón también asienta al dictado de la mente. Porque es aquí donde se fraguan los Trabajos de Hércules. Cada vez que realizamos un trabajo perfecto, un pétalo del corazón se desarrolla ofreciendo una nota, un colorido y una música especial. ¿Qué pasara cuando los pétalos del corazón estén en concordancia con doce planetas sagrados y con doce constelaciones? ¿Qué será el ser humano entonces? Será un Dios en la Tierra. Y es precisamente esto lo que estamos tratando de demostrar, que somos dioses y no solamente seres humanos que viven solamente para comer, dormir y ejercitar la mente intelectual, hay algo más profundo en todo el contexto de nuestra vida, y es el estudio sistemático, la investigación científica y esotérica de los hechos, lo que debe demostrar en cada uno la forma efectiva de cómo ha realizado el Trabajo de Hércules en su corazón.
Interlocutor. — Parece que en esta Ronda que ahora estamos que puede conseguir el ser humano la 1ª Iniciación Cósmica, o sea la 5ª, ¿verdad? Bueno otra pregunta. Parece que el ser tiene su rayo de expresión más fuerte, más expresivo, pero cuando un ser va evolucionando, transmutando, o purificando, entonces, esta voluntad es que tiene que hacer contacto con el 1er Rayo, porque tiene que haber mucha voluntad. Entonces, debes de tener que hacer contacto con el 1er Rayo.
Vicente. — Yo diré que con el 1er subrayo del 2º Rayo, porque nuestro Universo es de 2º Rayo. Es decir —una observación muy importante y al propio tiempo muy audaz para las mentes que no estén acostumbradas a juzgar las cosas en un sentido esotérico—, y es que nuestro Sistema Solar forma parte de un conjunto de Siete Universos, resultando paradójico que el hombre sea tan orgulloso cuando nuestro Universo es el plano físico de este plano cósmico. Por lo tanto, cuando Madame Blavatsky en la Doctrina Secreta se refiere a lo que es espíritu y materia, dice simplemente lo que corresponde a un Universo Cósmico Físico: que “materia es espíritu y espíritu es materia”. Ahora bien, la materia elevada a su más alta vibración se convierte en espíritu, y que el espíritu descendiendo como el 1er Rayo al 7º se convierte en materia, siendo el Alma la que va más arriba o más abajo fluctuando entre las regiones de la materia o las regiones del Espíritu. Ascendiendo a las regiones del Espíritu, llega un momento en que llegamos a la Iniciación, entramos ya en la línea de actividad del Espíritu y, entonces, todo cuanto realizamos es sublimar la materia, toda la condensación de la que hablamos en la conversación anterior sobre la materia hay que sublimarla, ése es el trabajo de Hércules: sublimar la materia a través del corazón creando una nueva situación planetaria, dándose cuenta de que la evolución del hombre no le corresponde tanto a él como ser humano como al conjunto del cual forma parte, y que hay que aprender a sumergir el pequeño problema kármico dentro del gran problema universal, dejando de lamentarnos constantemente como hacemos, porque lamentarse de un problema es limitar la fuerza de un rayo.
Interlocutor. — Nosotros seguramente deberemos trabajar con algún subrayo…
Vicente. — No, hay rayos en manifestación. De hecho el único rayo que no está en manifestación es el primero, porque el primero es destructor y de gran potencia para la humanidad.
Interlocutor. — Entonces, nosotros trabajamos con algún subrayo.
Vicente. — Exacto. Digo que cuando dentro del planeta o dentro del Universo hay que tomar medidas drásticas y debe actuar la fuerza de este rayo, se hace bajo control, porque no podemos dejar que un crío juegue con cables de alta tensión, lo mismo ocurre con esto. En momentos estelares de la humanidad la fuerza del 1er Rayo en su pureza ha venido del plano cósmico porque el Señor de nuestro Universo es el Señor del Amor, no manifiesta Voluntad, sino que manifiesta un subrayo de este rayo de voluntad. La voluntad planetaria o cósmica que conocemos no es lo mismo que en el sentido que se toma literalmente cuando se estudian los rayos. El 1er Rayo es cósmico, el 2º es solar, es el que corresponde a nuestro Universo. Por lo tanto, la unión que existe entre nuestro Sistema solar, de 2º Rayo, con el rayo cósmico de 1er Rayo es el 1er subrayo del 2º Rayo. Ahora bien, insisto, cuando ha sido necesaria una intervención directa del 1er Rayo cósmico ha sido en momentos estelares. Por ejemplo, en tiempos de la Atlántida los hombres dominaban la materia astral de tal manera que habían confundido la materia astral con la física, y se movían en ambas direcciones creando unos vórtices de energía negativa, esto impulsó a los dirigentes del Sistema Solar, viendo que aquello era terriblemente pernicioso para los planes de la Divinidad, a que fuera destruido. El pequeño rayo que pudo llegar a la Tierra destruyó el continente de la Atlántida. Los demás subrayos se han manifestado cíclicamente, tal como es en la evolución. Se dice que nuestro Sistema Solar -que forma parte de Siete Sistemas Solares- tiene en proyección otro Sistema Solar dentro de un futuro, durante el cual debe de utilizar la fuerza del 1er Rayo, pero tenemos trabajo todavía con el tercero, hay un trabajo enorme, es el trabajo del discípulo, luego vendrá el trabajo del Iniciado, y luego el del Maestro. Estamos tratando de llegar a lo primero.
Interlocutor. — ¿Por qué el espíritu ha hecho a la materia y no la materia al espíritu?
Vicente. — Es la misma cosa. Estamos dentro de un universo físico en el que la materia y el espíritu son la misma cosa. A través de las siete diferenciaciones establecemos entre el espíritu y la materia –que son lo mismo- una serie de vibraciones dentro de la materia. El espíritu y la materia son la misma cosa, es solamente la cualidad lo que distingue y hace la diferenciación, al pasar por el 4º Rayo empezamos a actuar de manera que la materia se transforma en espíritu. Está dentro –si se me permite– de una esfera que es materia, pero en siete círculos, o esferas concéntricas, que van de lo más denso a lo más sutil, siendo todo materia. Lo más sutil será, por ejemplo, la parte más elevada de la materia, aquello representará en todo caso el aspecto Espíritu, el que conocemos como espíritu. Pero, dense cuenta de lo que acabo de decir, porque según se nos dice esotéricamente nuestro Sistema Solar es el plano físico cósmico: es materia. Ahora bien, la diferenciación, la evolución de las humanidades, la evolución de los reinos, debe hacer que, a través de la magia, que toda la materia se sutilice hasta convertirse en materia completamente etérica, entonces, será todo espíritu dentro de la materia etérica. Ahora no, ahora es espíritu dentro de la materia. Y el trabajo del discípulo, el trabajo del buscador, es tratar de purificar a su alrededor, creando un vacío de luz dentro de la tremenda oscuridad de la materia, hasta que la materia y el espíritu lleguen un día a ser la misma cosa a través de la evolución de la conciencia. Es muy difícil explicar estas cosas, porque acostumbramos a ver que la materia es esto, pero si vamos al plano astral que es más sutil se pueden ver formas, si pasamos al plano mental veremos formas. Ahora bien, no confundamos las formas mentales con las formas físicas, éstas son las más densas. Conforme vayamos ascendiendo por la escala del color y del sonido veremos cómo se va transformando la materia en algo más sutil, pero siempre dentro de los límites de la forma, porque todo es vida, es cualidad y es apariencia, o empleando otros términos, todo es sonido, color y forma geométrica, tal como decía Platón: “El Universo es geométrico”, incluso los átomos vistos en el microscopio o radiomicroscopio se ven como formas geométricas. Quizás, la forma geométrica del átomo de hidrógeno sea completamente distinta de los veintitantos [átomos] del plutonio, pero son formas geométricas, cuadrados, triángulos… Por ejemplo, el plano físico denso tiene cuatro dimensiones apreciables: es el cuadrado, tres que le corresponden como físico más el unificador que es el cuerpo etérico; en cambio, el cuerpo astral es un triángulo invertido, y el mental es otro triángulo, pero cuando pasamos del plano mental se convierte en una esfera y después en una estrella de cinco puntas que es la característica de cada plano. Es decir, que la materia componente de cada plano vista al microscopio toma la forma geométrica. Por ejemplo…, es muy difícil de apreciar esto porque son dimensiones [Dibuja en la pizarra] los cuatro elementos conocidos: tierra, fuego, aire y agua. El cuadrado es el símbolo del plano físico, tenemos después el triángulo invertido que corresponde al plano astral, el triángulo equilátero al plano mental, viene después la esfera con un punto en el centro, más arriba la estrella de cinco puntas, y aquí ya viene algo que escapa a las formas geométricas, que está más allá de la imaginación. Dense cuenta de que cuando hemos creado la imagen del hombre que busca a Dios hemos creado esto. ¿Se dan cuenta de lo que dijimos el otro día? Si van unificando esto, esto será así, porque entonces tendríamos la copa. ¿Por qué hablamos fundamentalmente del Cáliz y del Verbo? El Verbo está en el 4º Plano, que es la vida crística, el plano búdico del Sistema Solar donde existe unión, porque la fuerza de los planos superiores debe manifestarse en la materia de los planos inferiores y, por lo tanto, cuando hablamos del Cáliz y del Verbo estamos empleando símbolos que pertenecen a cada plano, entendiendo que la fuerza sutil o la fuerza etérica del plano físico está en forma de cuadrado, que la forma etérica sublime del plano emocional toma la forma de triángulos con el vértice hacia (abajo); en cambio, la copa, la mente que debe buscar la revelación, es un triángulo mirando hacia arriba, buscando el Verbo de Revelación, el OM y el AUM, más allá es el sonido de la propia Divinidad, no podemos llegar a comprenderlo. Pero tenemos al menos una imagen gráfica del porqué en las iglesias cristianas emplean el símbolo del Cáliz y del Verbo. Cáliz y Verbo son un símbolo sagrado, no es un símbolo de la religión, sino que es la forma que adopta cada uno de los átomos más sutiles de cada plano o del éter de cada plano para constituir las formas. Es decir, lo más cuadrado es una base donde se asienta el ser humano, una buena base física, cuanto más arriba más sutil es la forma, pero, ¿por qué se nos dice que Cristo, que ha sido la representación genuina de la perfección humana, se manifiesta en forma de estrella de cinco puntas, y azul, que es el color del 2º Rayo? Precisamente por esto, porque es el resultado del Cáliz más la fuerza del Verbo, que es el sentido de unión que por un lado tiende hacia arriba buscando a Dios y por el otro lado hacia abajo buscando la redención de la sustancia. Es muy difícil de presentar en forma esquemática, en forma simbólica algo que está más allá de las capacidades del intelecto, pero, nos puede dar una idea. Sabemos que tenemos el plano físico, el astral, el mental, el búdico, el átmico, el plano monádico y el ádico o de la Divinidad; tenemos los reinos: el mineral, vegetal y el animal que están dentro de estas líneas; y las razas están dentro de los reinos. La raza humana constituye la fuerza que, por así decirlo, sirve de enlace entre el plano astral y el superior. El plano astral es todavía animal, pero aquí, en este punto de crisis, donde el animal se convierte en hombre, actúa la fuerza misteriosa de la vida mental, y, paradójicamente, entonces desciende una oleada de vida que le da el Alma al ser humano, al ser humano que emerge del reino animal. Es el misterio de la individualización. Pero esto también lo dejo al entendimiento de su libre albedrío.
Joan Marti. — ¿Cómo se puede saber el rayo de cada persona?
Vicente. — Yo diría que para saber el rayo de cada cual se debe vivir en constante observación de sus reacciones. Lo que sucede es que la persona es muy distraída, por tanto, nunca nos damos cuenta de las facultades dormidas dentro de nuestro corazón, no pudiendo en consecuencia desarrollar algo que tenga relación con la fuerza mística de los rayos. No obstante, existen indicios, el de que una persona sea artista, por ejemplo, puede indicar que está matizado por algún pequeño subrayo del 4º Rayo que todavía no está en manifestación. Cuando hubo una gran época en la que existía el materialismo más puro surgió una fuerza del 7º Rayo, puro, que dio las primeras nociones del espiritismo. En su forma más densa es negativo, pero sirvió para que las personas serias se diesen cuenta de que realmente no todo era materia, que había algo más que la materia, y se introdujo a través del 7º Rayo en la línea astral y, entonces, obtuvo las comunicaciones con el más allá, pero eso es el camino. Después, más tarde, en el año 1875, Madame Blavatsky fundó la Sociedad Teosófica, dando noción de este reino, lo que está por encima del plano mental. Se nos habló de los Maestros, de los ciudadanos del 5º Reino de la Naturaleza, se nos llamó advertidamente a trabajar, a colaborar con estos excelsos seres que dirigen la evolución. Yo creo que, en parte, lo estamos haciendo, porque hoy día que la humanidad está llena todavía de valores materiales y está luchando a través de este tópico común, psicológico, de la competencia, encontrar personas como ustedes que sacrifican una tarde para escuchar estas cosas, es para mí un síntoma de que algo se está desarrollando dentro de la humanidad. Estamos tratando ya de investigar esto, ya salimos de lo que es simplemente mente, estamos buscando ya la intuición de las cosas vivas del espíritu, estamos atravesando la tierra ardiente, como técnicamente se dice, dentro de la cual el discípulo ha de penetrar dentro de la fuerza mística del quinto sendero y entrar, así, progresivamente, en la evolución de otras características más divinas dentro del mundo humano, introduciendo materia más sutil dentro de la materia densa y grosera que utilizamos todavía en nuestras relaciones humanas. ¿Se dan cuenta de lo que significa el comprender los rayos que a cada cual le están condicionando y cómo puede a través de un rayo liberarse y ayudar a liberarse a los demás?
Interlocutor. — En el planeta Tierra, ¿la materia educa al espíritu o el espíritu educa a la materia?, porque yo he podido observar muchas veces que la materia…
Vicente. — Bueno, la materia si se observa es un medio de educación. Si la persona observa la materia…, el científico está tratando de dominar la materia a través de la observación. Ahora bien, lo que hace un científico tratando de comprender la materia, el significado, el complemento, lo que significa la materia, no se deja arrastrar por la materia, está trabajando encima de la materia pero sin meterse dentro de la materia. Ahora bien, si me dice que usted actúa como un científico, diré estupendo. Si a usted la materia le enseña porque está en su instinto, vamos a suponer, y el instinto está todavía en esta línea regresiva que va al cuadrado, entonces diré que quizás sí, que la materia le condiciona, le podrá enseñar hasta un cierto límite, pero dense cuenta que donde trabajan los magos negros es en esta línea, y el científico es quien a través del 5º Rayo quien ha abierto las aperturas de la magia blanca utilizando la observación, buscando ya la Copa hacia arriba. Es decir, una cosa es investigar la materia y otra cosa es ser dominado por la materia. Si usted me dice que la materia le enseña porque la está dominando es una cosa, ahora si usted dice que la materia le enseña porque la está observando es otra, porque el que observa siempre se separa de la materia. No podemos investigar sin separar la materia de nosotros, ahora, si usted para observar se pone dentro de la materia es como aquel sector social que crea una estructura y se coloca dentro, desde el momento en que el creador de una estructura se sitúa dentro de ella ya está muerto, ya ha dejado de pensar, es la estructura la que piensa por él. Por ejemplo, la sociedad de consumo, vamos a ver, aquí está el problema… Si todo es materia, pero al mismo tiempo nos damos cuenta de que tenemos un espíritu y que el espíritu está unificado a la materia por el Alma, la opinión más lógica y la consecuencia más real que asalta a nuestra mente de investigación es que la cualidad de nuestra vida, el rayo de nuestra vida, debe adentrarse en la materia desde el punto de vista del espíritu, mirando como Arjuna, o como Krishna (cuando) está contemplando la evolución del Universo, diciendo: “Yo he creado el Universo —Krishna representa al Logos Solar en este caso— después de crear el Universo con una pequeña parte de mí mismo, yo estoy contemplando mi obra aparte”, porque Dios debe contemplar su obra aparte, no se debe confundir con ella, son sus hijos, son las humanidades las que están dentro, pero Él está fuera, está succionando, si podemos utilizar esta expresión, para que vayamos todos hacia arriba y, entonces, cuando toda la materia ha sido succionada por la fuerza del Espíritu a través de nuestro propio rayo, es el colorido que damos a la materia y, entonces, viene la liberación. La liberación es cuando todo el contenido celular, todo el contenido astral, todo el contenido mental, y todo cuanto existe de humano, ha desaparecido, queda solamente un cuerpo puro y un espíritu puro, la materia ha sido purificada por la fuerza del Espíritu a través del Alma, entonces todo es un conjunto natural. Este es el trabajo del discípulo de la Nueva Era tratando de redimir la materia, porque no sólo estamos beneficiando a nuestra propia Alma sino que beneficiamos a la vida que late en cada una de las células de nuestro cuerpo que tienen vida, conciencia y forma, que tienen vida, cualidad y apariencia, son seres vivos y completos aunque no estén a nuestra altura en la escala de observación, digamos, de la evolución, pero están dentro de la línea evolutiva y nosotros ayudamos a que esta fuerza se vaya redimiendo a través de la alquimia tremenda que realizamos en los doce compartimentos del corazón.
Interlocutor. — A ver, yo tengo mucho interés en mis estudios de astrología esotérica. Usted cree, usted sabe si los rayos pueden determinarse en la astrología por intuición, por estudios…, allí deben de estar plasmados los rayos que pertenecen al alma, a la personalidad, ¿podríamos decir que el de la personalidad es el ascendente si hay un planeta sagrado?
Vicente. — Podría ser, pero dense cuenta que he hablado anteriormente que existen siete planetas sagrados, tres no-sagrados y dos ocultos, entonces, si vamos a determinar la línea de un rayo a través de la astrología tal como la conocemos no conseguiremos nada, solamente nos dará referencias del punto de vista astrológico correspondiente a espacio y tiempo. Desde el momento que escapamos de las tres dimensiones conocidas, que sobrepasamos un poco la cuarta y que vamos a la quinta y abrimos hacia arriba por la vía intuitiva, automáticamente tenemos que dejarlo todo, tenemos que empezar de nuevo con una nueva luz y con un nuevo mapa astral, no podemos regirnos ya por lo conocido hasta aquí. Hasta aquí solamente se nos dan las nociones históricas del momento, en tanto que si estudiamos a través de la intuición y a través de nuevos mapas astrales, digamos, veremos entonces la línea del rayo que conduce a la liberación, y no creo que existan todavía en la actualidad astrólogos de esta categoría que puedan determinar por el simple examen de un mapa natal de cualquier persona a qué rayo pertenece, porque es una mezcla de rayos, una mezcla de energías, y solamente aquella persona que a través de la intuición se haya hecho sintética puede coger todo aquel contenido, pasarlo por el tamiz de la intuición y saldrá una gota, y esta gota es el rayo. Es el mismo caso del perfume, meteré muchas flores dentro de una vasija, de un alambique y de todo el contenido saldrán unas cuantas gotas, pero aquello es real, lo demás será apariencia.
Interlocutor. — ¿Y el Sol no podría determinar iniciación en el ser?
Vicente. — Sí, sí, el Sol, ya lo creo.
Interlocutor. — (No se entiende la pregunta)
Vicente. — Justo, todo está relacionado. Fíjense bien, precisamente la mística cristiana nos da un ejemplo palpable de todo lo que hemos estado diciendo aquí, entendiendo que la crucifixión de Cristo significa la etapa que en Oriente se llama de Arhat, la persona que está atravesando la tierra ardiente, la crucifixión, para pasar definitivamente a la 5ª Iniciación, o al quinto estado, que es la resurrección. Pero la resurrección viene después de un trabajo enorme dentro de los signos astrológicos también. Es decir, todo está relacionado, no existe en la Tierra ninguna filosofía, credo o religión que no esté unificado. ¿Qué pasa con la Tierra? Aparentemente, los continentes están divididos por los mares, pero, ¿qué es lo que hay debajo de los mares? La raíz es tierra, que es la osamenta del planeta, entonces, las religiones, las creencias y todo el estímulo creador viene de aquello que unifica, los templarios, los cátaros, por ejemplo, todo cuanto significa los Caballeros del Santo Grial, los celtas, todos los buscadores de todos los tiempos, han encontrado un punto de unión, quizás le han dado un nombre diferente, pero en esencia es lo mismo, es la línea ascendente que va triunfando de los elementos y que va sutilizándose hasta llegar a un punto en el cual solamente existe espíritu expresándose a través de un cuerpo radiante. Antiguamente, los grandes Maestros debían ser iniciados y actualmente se ha perdido la tradición. ¿Qué pasa con la masonería? La masonería es perfecta en sus cimientos tal como la ideó el gran iniciado Salomón, ¿qué es lo que ha pasado después?, ¿en qué se ha convertido?, o, ¿en qué se han convertido los templarios?, ¿hay fuerza viva todavía en ellos? ¿Existe la iniciación o existen iniciados dentro de esas organizaciones? Ahí está el problema, esto es lo que me pregunto, si se da esto significa que la Palabra Perdida se ha recuperado y podemos volver a preguntar el OM como se pronunciaba en tiempos de Cristo. Es decir, que hay que buscar la síntesis en todas las cosas. Todo cuanto conocemos no es ni más ni menos que lo que ha existido siempre, el hombre todo lo tiene a su disposición, pero tiene la responsabilidad, la obligación, de tomar aquello que está para él, que ha sido creado para él. Y al mismo tiempo que está adquiriendo los dones del Espíritu Santo, como esotéricamente se dice, está ayudando a salvar su contenido celular y todos sus cuerpos celulares en todos los planos de la naturaleza, hasta convertirse en un Cristo viviente, porque Cristo más que mito histórico es un estado de conciencia de la humanidad, y así hay que reconocerlo. Y el misterio de la cruz no es la agonía como la presenta la religión dogmatizada, como algo de muerte sino que es precisamente la vida del espíritu ascendiendo hacia Dios y la fuerza del servicio de la humanidad, como el árbol, que el día que se comprenda la cruz como el signo de vida y no como el signo de muerte, como hasta ahora, entonces serán revelados los misterios, los que dieron vida a los templarios, a los cátaros, a los druidas, a los celtas, a todo aquello que tiene vida espiritual en el planeta.
Interlocutor. — (No se entiende la pregunta)
Vicente. — Varias, varias. Fíjense bien, un esquema de lo que es el ser humano para darse cuenta de lo complejo que resulta para un psicólogo descubrir una causa psicológica. Tenemos, por ejemplo, esto [Dibuja en la pizarra] un espíritu, un alma y una personalidad. Una personalidad que tiene a su vez una pequeña mente, un pequeño corazón y un cuerpo físico, corazón en el sentido de sentimiento o emoción. Si yo les digo que nuestro espíritu pertenece a un rayo, que nuestra alma tiene otro rayo, que la personalidad en su conjunto es un rayo, y que la mente posee un rayo, y que el cuerpo astral posee un rayo, y que el cuerpo físico posee un rayo, verán la complejidad… [Corte de sonido]… y que el espíritu, o la Mónada, como se denomina preferentemente en los estudios esotéricos, toma entonces el cuerpo sin pasar por el alma –desaparece el alma, ya no es necesario el intermediario– tenemos el espíritu y el cuerpo: así se manifiestan los ciudadanos del 5º Reino de la Naturaleza, tienen espíritu y tienen cuerpo, pero no tienen alma en el sentido mejor de la palabra, no en el de los magos negros que no tienen alma, en el sentido de que no precisan intermediarios, siendo el alma, como ustedes saben, unos Señores que vinieron del Corazón Solar cuando Sanat Kumara, el Señor planetario, vino de Venus a crear con su poder el germen de la mente, o aquello que técnicamente llamamos los Prometeos del Cosmos, arrebató Sanat Kumara el fuego mental del quinto principio y lo trajo con los Ángeles Solares, y por primera vez el hombre-animal que tenía solamente cuerpo tuvo alma. Ha crecido el alma, y en el momento en que el alma [Ángel Solar] no es necesaria, para qué la queremos. Queda el espíritu, el alma era para buscar el espíritu, la cualidad era para demostrar la vida, ahora se manifiesta la vida a través de la forma sin pasar por las cualidades del alma. ¿Contesta algo su pregunta?
Interlocutor. — Puede aclararnos, por favor, ha dicho que cuando se manifestó en un sitio en el cual no estaba, entonces explícanos porque yo entiendo que todo el Universo es creación, naturaleza, si escapa de nosotros… ¿cómo puede ser?
Vicente. — ¿Usted conoce el misterio del yo trascendente? Existen dos cosas. Tenemos el yo inmanente… Suponga que Dios es todo esto, nosotros estamos separados por una pequeña corteza. Este es el yo inmanente, el yo trascendente es todo el cuadro. Dios al crearnos no tiene necesidad de meterse dentro de nosotros, sino que una radiación de su vida nos da vida a nosotros, entonces, tenemos la creación del yo inmanente, el yo dentro de la estructura creada por la mente, la emoción y el cuerpo. Es nuestro yo, pero, es una ilusión porque el yo, de hecho, es el mismo yo limitado en espacio y tiempo. Cuando digo esto es para referirme que las personas acostumbran a crear un mito de las cosas, y este mito puede ser engañoso, lo que ocurre con cualquier organización religiosa que, al crear una estructura, sitúa todo dentro, ¿no es verdad?, porque mientras esté solamente dentro habrá una cosa inmanente pero no habrá trascendencia. ¿Qué pasa con el dogmatismo? Es una cosa cerrada, por lo tanto el dogmatismo no puede dar una idea de lo trascendente, da solamente la idea muy limitada todavía del yo inmanente. Ahora, cuando el yo inmanente desaparece fundido dentro del mar del yo trascendente, entonces estamos llegando a este punto. Pero, fíjense bien, que ahora me da usted la opción para aclarar todavía más aquello que decíamos de la fusión del espíritu con la materia sin pasar por el alma. Este punto, creado del yo que busca, ha creado el alma y a través del alma como intermediario el yo inmanente trata de hacerse uno con el yo trascendente. ¿Qué pasará cuando desparezca esto? El yo y el yo son la misma cosa. La gota no se ha volcado en el mar sino que el mar se ha volcado en la gota, entonces será el yo trascendente siempre ya. Ahora bien, en relación con otros sistemas solares quizás el yo trascendente no sea sino un pequeño punto inmanente, es lo mismo, porque en la vida del cosmos todo es un tejer y destejer mundos y sistemas solares. Claro, esto tendría que darnos la idea de lo que es la humildad, de ser humildes hasta donde podemos penetrar en el sentido de la humildad. Solamente darnos cuenta de que todo aquello que para nosotros es lo más grande, es Dios, solamente es una fracción, una pequeña parte física de una serie de sistemas superiores. Y no hablamos ya de Betelgeuse y Aldebarán, que son estrellas dentro de las cuales caben millones de soles. Seamos humildes pues, la gloria del esotérico o del místico es ser humildes. Reconocer que el conocimiento no es ni más ni menos que tratar de profundizar en el propio sentido de valores para extraer humildad, porque es por la humildad que vamos creciendo hacia Dios, que vamos penetrando en su naturaleza.
Interlocutor. — ¿Qué nos aconsejaría sobre trabajar con técnicas como las de Ramana Maharsi, o más bien con trabajos superiores, por ejemplo, el Raja-yoga o Kriyâ-yoga, en los momentos actuales, de cara a la iniciación?
Vicente. — Voy a tener que dibujar de nuevo algo… (Risas). Bueno, lo dibujaré y su imaginación hará el resto. Fíjense bien, cada persona debe hallar su propio rayo a través de un yoga. Ya estamos otra vez con los rayos, no hay más opción. Cada persona puede representar un yoga objetivo, un Hatha-yoga por ejemplo, o un yoga plenamente subjetivo como el Devi-yoga, el contacto con los ángeles en el plano búdico. Por ejemplo una persona de naturaleza mística tenderá hacia samadhi por la línea del corazón, del Bakti-yoga, pero una mente analítica utilizará Raja-yoga y a través del Raja-yoga llegará también a un estado de samadhi, siendo samadhi este punto que hemos dicho de la bola aquella de unidad del 4º Rayo, todo está unificado, pero para que cada persona pueda determinar cuál es su yoga debe, como digo siempre, observar su reacciones. ¿Son sus reacciones mentales, son sus reacciones emocionales, son sus reacciones físicas? Él mismo debe determinar si le corresponde el rayo físico del Hatha-yoga, el rayo astral del Bakti-yoga, o el rayo mental de Raja-yoga, o buscar otros yogas subsidiarios como Agni-yoga, el yoga de síntesis, el yoga de fuego que debe unificar, digamos, el plano astral con el búdico. Es decir, no se puede dar un consejo general. ¿Qué pasa con la respiración? Yo tampoco voy a aconsejar a nadie que respire de una forma determinada, porque siempre hay que partir de la base de que si la persona está buscando a Dios, es Él quien debe revelar lo que debe hacer no queriendo tomar el lugar de Dios. Fíjense bien, el libre albedrío para mí desde un punto de vista analítico es falso, el libre albedrío al que damos tanto culto es falso, porque si llegamos a un punto de intuición, ¿de qué nos sirve el libre albedrío?, que es el que nos hace decidir sobre las cosas, hago esto, hago lo otro, esto lo hago bien, esto lo hago mal, y siempre condicionado por qué haré o cómo lo haré. Pero, si ascendemos un poco dentro de la escala de sonidos y del color de la naturaleza dejamos todo eso en manos de aquél, como pasa con Agni-yoga. Agni-yoga, por ejemplo, dice: “Soy un instrumento de tu voluntad”, pero para llegar ahí hemos tenido que trabajar desde el plano físico al plano mental superior y, entonces, se resuelve todo dentro de un sentido de síntesis, todo es, a partir de ahí, un recrearse con los dones del Espíritu Santo que viene por la fuerza de las cosas, hasta el extremo que no hay que dejar nada, no tenemos que preocuparnos por dejar nada, sino que hay que dejar que las cosas nos dejen a nosotros, por inocuidad. Es decir, con la respiración, –pranayama- con el yoga en cualquier especialidad, hay que ser muy cauto y precavido. Yo diría que si la persona tiene tendencias de tipo emocional, el Bakti-yoga, el cuidado del corazón, le será muy útil, pero si tiene una mente intelectual, que sea una persona completamente analítica, científica, tendrá que utilizar Raja-yoga o alguna derivación de Raja-yoga, y si sus tendencias son solamente físicas que adopte un Hatha-yoga, porque los centros que están implicados son diferentes. No vamos a poner, por ejemplo, un planeta sagrado actuando sobre un centro que no corresponde. Es decir, que cuando se dan clases de yoga, en general me refiero, están destruyendo a la humanidad, o cuando se da un pranayama para todos, siendo como sabemos que la respiración está controlada por los latidos del corazón. Cada sístole y cada diástole, conocidos completamente en forma esotérica, dan el ritmo de la respiración, pero, para nosotros no es demasiado sencillo, hay que buscar un pranayama que me venga bien a mí, y se pasan respirando por esta nariz y por la otra… convirtiendo a las personas en algo monstruoso, desde un punto de vista del espíritu, en robots de una técnica. Estamos utilizando el yoga como una estructura dentro de la cual estamos. Yo digo, hay que verter el yoga fuera, como todas las cosas a parte de su propia estructura. Y dense cuenta de que el yoga está de moda y la meditación está de moda, y como todo está de moda hacen pagar dinero, yo no veo que Cristo haya hecho pagar dinero a nadie por una clase de yoga o de espíritu. Esto ya hace ver cómo esto es falso. En cambio si una persona dice busca el Reino de Dios primero, y lo demás vendrá por añadidura. Ahora bien, ¿qué es el Reino de Dios?: compórtate bien con los demás, es sencillo, pero no, preferimos el yoga, diez minutos por la mañana, diez por la tarde, media hora…, y saliendo a la calle vamos a disputar con el hermano que encontremos, nos peleamos con el primero que nos pisa el pie en el autobús, es verdad, como todos sabemos, pero todos creemos en el yoga porque así nos sentimos más fuertes, más seguros. Yo creo que el hombre, en la Nueva Era, en esta Era de Acuario, debe ser muy libre, libre hasta la exageración, si me lo permiten, libre para sentirse más allá de la sociedad de consumo, de cualquier organización que quiera manipularle, de cualquier tensión del ánimo, de cualquier estudio incluido el esotérico, ¿por qué?, porque lo que interesa no es el estudio sino que lo es el comportamiento, y siempre hemos dicho lo mismo: que esotéricamente se ve la luz del comportamiento más que la luz del conocimiento, y cuando los Maestros contemplan al discípulo no le ven la posición social, no ven el grado de sabiduría, no ven la extensión intelectual sino que buscan esto. Si ven esto cualquier ser humano puede ser un discípulo del Maestro y puede entrar de lleno en los misterios sagrados de la Divinidad. Así de sencillo, claro, pero como hay tantas cosas a nuestro alrededor, hay tantos dones del Espíritu Santo repartidos que no sabemos qué hacer, entonces, el libre albedrío –llegamos al libre albedrío de nuevo- tiene que decidir entre este yoga o el otro. Solos no nos podemos quedar, desde el momento en que la persona se siente sola cree que su mente, la que anda vacía, ya tiene miedo, tiene miedo de enfrentar su propia soledad, ¿se dan cuenta? Y, entonces, recurrimos al yoga, al yoga o a cualquier otra idea que represente algo de purificación en nuestra vida. Yo digo: “Compórtate bien, sé un buen ciudadano, ¿para qué quieres más si todo está resuelto?” Entonces, llamas a la puerta de los misterios rápidamente, en forma directa, no en forma indirecta a través de quince minutos de meditación cada día. Es decir, todo está en todo, y desde el momento en que empezamos a necesitar muletas ya somos cojos. [Dibuja algo en la pizarra, risas].
Interlocutor. — Si nos concentramos, alguien que no haya desarrollado el centro del corazón, entonces si él lo sabe, y cuando él medita sobre el chacra corazón no produce entonces un desequilibrio porque potencia más este centro, en vez de concentrarse, por ejemplo, en el chacra Coronario y entonces produce un equilibrio. ¿No es preferible hacerlo siempre al contrario, que ya se tiene más desarrollado?
Vicente. — Claro, naturalmente, fíjense bien que la persona sabe por ética cuál es el centro que tiene más desarrollado, lo que pasa es que no está seguro, ya estamos con la inseguridad. Entonces, lo mejor es establecer una línea de fuerza continua entre todos los centros más allá del diafragma, es decir, a partir del chacra Cardíaco ascendiendo hacia el de la laringe, hacia el Ajna –el entrecejo- y hasta el Coronario. No detenerse ya, dejemos abajo los centros inferiores, es decir, que Muladhara, Swadistana y Manipura dejen de aparecer, utilizar solamente Anahata, Vishuddha, Ajna y Sahasrara, es decir, más claro para nosotros utilizar el chacra Cardíaco, el chacra Laríngeo, el chacra del entrecejo –Ajna–, y el chacra Coronario, estableciendo una línea de fuerza que va haciendo esta rotación…, no nos detenemos pero creamos una fuerza superior que está por encima del misterio indescifrable de la naturaleza material. Entonces, Kundalini puede ascender sin peligro porque estamos trabajando con el fuego Solar del corazón, invocando el fuego de Fohat de la mente y, entonces, hacemos el Trabajo de Hércules en un plano superior, el libre albedrío desaparece, queda solamente la gloria de la Divinidad, que claramente un hombre perfecto no va a decidir si esto es blanco o es negro, es blanco y es negro siempre, es una afirmación, en cambio, el libre albedrío dice: “¿Esto, lo haré bien, lo haré mal?” Aquél dice simplemente, “hago”, y ya es bastante. ¿Se dan cuenta? Así de sencillo y de difícil al mismo tiempo, pero yo aconsejo respecto de la respiración que cada cual debe determinar su propio ritmo y, siendo todavía más concreto y específico, el día que la persona respire según su propio ritmo sabrá cuál es el rayo que le caracteriza, el Rayo de la Personalidad, el Rayo del Alma y el Rayo del Espíritu con el tiempo. Así que la respiración viene también regulada por los latidos del corazón. Cada cual tiene un sentido imperceptible, y cuando respiramos, sin darnos cuenta, damos una nota que se confunde en el éter con un color, que en el mundo mental se convierte en una forma geométrica y, entonces, esta forma es aquella que invoca el Verbo para que se manifieste a través de la purificación de nuestro Cáliz. Pero dense cuenta de que cada cual ha de ser su propio yoga, cada cual ha de ser su propia respiración y que cada yoga y cada respiración vienen por un determinado centro etérico o chacra determinado, siendo la secreción glandular la que proviene de la evolución de este centro, el que condiciona el rayo del organismo. Así, cada cual puede, a través simplemente de buenas respiraciones, saber primero el rayo de su cuerpo físico para el trabajo adecuado, aquí estamos con la línea de las oportunidades futuras de la raza, se puede saber el rayo astral de su vida personal, naturalmente, puede saber también el rayo de su mente, si es una mente positiva, audaz, penetrante del 1er Rayo, o la mente timorata si hacemos o no del 6º Rayo, es decir, esto corresponde a cada cual, para llegar a un momento en que nos damos cuenta, tal como se dice místicamente, por obra y gracia del Espíritu Santo que la fuerza del Verbo de revelación penetra en nuestro Cáliz preparado y nos da la noción de aquello que está más allá del libre albedrío, pensamos más allá de la mente, sentimos más allá del sentimiento, entonces, nos hacemos cósmicos. Esta es una afirmación radical, pero cada cual puede empezar ahora mismo, respirando según su propio ritmo. Naturalmente que al hablar de los Siete Rayos en conversaciones posteriores penetraremos más detalladamente en yoga. Por ejemplo, sabemos cuántos yogas son conocidos en correlación con el septenario, como decíamos, Hatha-yoga, Bakti-yoga, Raja-yoga, Agni-yoga y Devi-yoga. ¿Qué hay más allá de esto? Los dos yogas que corresponden con los dos planetas que nos faltan por conocer todavía. Todo hasta entonces está predestinado por la fuerza de la naturaleza y por la fuerza de las cosas. Es decir, estamos todos inmersos en un mundo aparentemente de separatividad, como ocurre con los continentes separados por el agua, pero en el fondo todos buscamos lo mismo a través de formas diferentes de conducta, pero si la conducta es recta, ¿qué importa esto?, ¿qué importa que en un campo existan flores de muchas clases? Lo que interesa es que una flor y otra no se peleen por cuestión del perfume como los seres humanos, sería un desastre para la naturaleza. En la humanidad ocurre así, ¿por qué?, porque dispone de libre albedrío. El silencio al final es el que permite recoger en una síntesis dentro del subconsciente todo cuanto hemos dicho hasta aquí. Si lo han aceptado de buen grado quedará ya para siempre, si lo han aceptado solamente como una teoría pasará a la mente para su posterior investigación, y si no lo han aceptado quedarán como antes: “Nacido nací, nacido me hallo, ni pierdo ni gano”, se quedarán igual, así que el silencio es lo que va a determinar esto. [Se hace un silencio]. Muchas gracias.