La alimentación vegetariana según el Maestro Djwhal Khul (5)

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Plato vegetariano

ESPEJISMO (GLAMOUR) – UN PROBLEMA MUNDIAL
Primera Parte. La Naturaleza del Espejismo.
Las Seis Reglas del Sendero (Reglas del Camino).

  1. Espejismos en los Niveles Etéricos. Maya.

«…/…

Quizás resultaría más claro si explicara la verdad acerca de maya, de la manera siguiente:

Los impulsos latentes en la vida de la personalidad, cuando están divorciados del alma y fuera de su control, se fusionan con los fluidos pránicos existentes en la periferia de la esfera de influencia de la personalidad, entonces se convierten en potentes corrientes dirigidas de fuerzas que tratan de emerger a la manifestación física por medio de los siete centros del cuerpo físico. Estas fuerzas o impulsos, más el prana disponible, constituyen el cuerpo etérico de los no evolucionados y frecuentemente del hombre medio. Se evidenciará, por lo tanto, en qué medida el hombre no evolucionado es víctima de la energía masiva de tipo inferior, pues su cuerpo etérico responde y extrae su energía de un tipo de prana general y circundante, hasta que llega el momento en que tiene una definida dirección y un control superior ya sea mediante la aspiración orientada y la disciplina mental o, más adelante, empleando una frase sicológica, como resultado del acondicionamiento del alma. 

Esta energía etérica, enfocada en un cuerpo etérico individual, pasa por dos etapas previas al período del discipulado:

  1.   Cuando asimila la segunda fuerza a que me he referido – la fuerza latente en la forma física densa, la energía de la sustancia atómica, lo cual produce una definida fusión y mezcla. Esto hace que la naturaleza animal se adapte totalmente a los impulsos internos que emanan del mundo de prana en lo que concierne integralmente al hombre no evolucionado, o del astral inferior en lo que concierne al hombre medio o más evolucionado.
  1. Sin embargo, en el momento en que tiene lugar una orientación interna hacia el mundo de los valores superiores, la fuerza etérica o vital, entra en conflicto con el aspecto interior del hombre, el cuerpo físico denso, y comienza la batalla de los pares de opuestos inferiores.

Es interesante observar que en esta etapa se da importancia a las disciplinas físicas, aplicadas a ciertos factores controladores corno la total abstinencia, el celibato y el vegetarianismo y a la higiene y ejercicios físicos. Por medio de estas disciplinas, o el control de la vida de la materia, puede neutralizarse la expresión inferior del tercer aspecto de la divinidad, y el hombre liberarse para poder librar la verdadera batalla de los pares de opuestos. Esta segunda batalla es el verdadero kurukshetra y se libra en la naturaleza astral entre los pares de opuestos característicos de nuestro sistema solar, de la misma manera que los pares de opuestos físicos lo son del sistema solar anterior. Desde un interesante ángulo, puede observarse que la lucha entre los pares de opuestos en la espiral inferior, en lo que concierne al cuerpo físico en sus dos aspectos, tiene lugar en el reino animal. En este proceso, los seres humanos actúan como los agentes disciplinarios, y los animales domésticos que están obligados a someterse al control humano luchan (aunque inconscientemente desde nuestro punto de vista) con el problema de este par de opuestos inferior. La batalla es librada por medio del cuerpo físico denso y las fuerzas etéricas, llevando a la expresión, de esta manera, una aspiración superior. Esto produce en ellos la experiencia denominada «individualización», donde se siembra la semilla de la personalidad. En el campo de batalla humano, el kurukshetra, empieza a dominar el aspecto superior del alma, produciendo el proceso de la integración divina humana que llamamos “iniciación». Recapaciten sobre esto.»

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Mis conclusiones:

  • Cuando la energía de la personalidad no se encuentra bajo el control del alma, se entremezcla con la energía se su medio ambiente, convirtiéndose en una potente fuerza que trata de manifestarse por medio de los chakras, formando esta fuerza junto con el prana existente, el cuerpo etérico de las personas poco evolucionadas y algunas de las medianamente. Por lo tanto, en estas personas, las energías inferiores (las del medio ambiente) tienen una mayor influencia sobre las mismas.
  • Antes de transitar por el camino del discipulado, la energía comentada anteriormente, junto con la que reside inherentemente en toda forma física, se mezcla y convive en cierta armonía adaptándose la naturaleza animal de las personas tipo anteriormente indicadas a esta situación. Pero cuando los valores superiores de la persona empiezan a hacerse notar (el alma comienza a controlar a la personalidad), entran en conflicto estas dos energías.
  • En esta etapa de la vida del ser humano, son de importancia las disciplinas físicas (entre ellas el vegetarianismo) ya que permiten el control y la neutralización de la expresión inferior del tercer aspecto de la divinidad, liberando al ser humano del control físico, permitiéndole de esta manera dedicar su tiempo a equilibrar los pares de opuestos de su naturaleza astral.
  • En un nivel inferior, los animales (aunque inconscientemente) realizan su propia lucha para equilibrar sus pares de opuestos, logrando de esta forma su individualización, de la misma manera que en los seres humanos esta lucha lo lleva a la iniciación.(Nota: Cuando se hace referencia a la palabra kurukshetra, el Maestro se refiere a la analogía del campo de batalla que, en el Baghavad Gita, Arjuna (el alma) debe entablar con sus enemigos (la personalidad) a fin de someter a los mismos.)

En resumen:

  • A fin de tener controladas las energías inferiores y poderlas llevar bajo el umbral de la conciencia en el ser humano (a los efectos de poder dedicar su tiempo a equilibrar las energías de su cuerpo astral), éstas deben ser sometidas previamente a unas disciplinas físicas que (entre otras) incluyen la dieta vegetariana.

 


 

TRATADO SOBRE LOS SIETE RAYOS VOL. 1 – PSICOLOGÍA ESOTÉRICA I
Segunda Parte.
Capítulo II. Los Rayos y los Reinos de la Naturaleza.
Introducción

«El reino animal extrae el sustento principalmente del sol, del agua y del reino vegetal. El contenido mineral necesario para su estructura o esqueleto, se ofrece en una forma más avanzada y sublimada, siendo extraído del reino vegetal en vez del reino mineral. Cada reino se sacrifica para el reino siguiente en la secuencia evolutiva. La Ley del Sacrificio determina la naturaleza de todo reino, por lo tanto, cada uno puede ser considerado como un laboratorio donde se preparan los alimentos necesarios para la formación de estructuras más refinadas. El reino humano sigue el mismo procedimiento y extrae su vida (desde el ángulo de la forma) del reino animal y también del sol, el agua y los vegetales. En las primeras etapas de la evolución humana el alimento animal era, kármica y esencialmente, el correcto para el hombre; desde el punto de vista de la forma animal, para el hombre no evolucionado, tal alimento es aún correcto y apropiado. Esto nos conduce al asunto del vegetarianismo que trataré cuando consideremos el cuarto reino, lo cual no es lo que frecuentemente se cree, o como lo presentan los pensadores actuales, y comer carne –en ciertas etapas del desenvolvimiento humano- no es malo.»

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Mis conclusiones:

  • Cada reino, por medio de su sacrificio, sirve de alimento al reino inmediatamente superior al suyo.
  • Por lo tanto y según lo anterior, el reino animal sirve de alimento al ser humano, pero entendido exclusivamente desde la perspectiva de la forma, no desde la espiritual.
  • En los inicios de la evolución humana, la alimentación basada en animales era la correcta, y desde el punto de vista de la forma (no de la espiritual) continúa siendo la apropiada para seres no muy evolucionados.
  • Según la etapa evolutiva en que se encuentre el ser humano, no es perjudicial comer carne.

Capítulo II. Los Rayos y los Reinos de la Naturaleza.

  1. El Reino Vegetal.
  2. Los Cinco Secretos de los Reinos de la Naturaleza.

«Quienes tratan de leer los archivos akáshicos, o se empeñan por actuar impunemente en el plano astral y estudian allí detenidamente el reflejo de los acontecimientos en la luz astral, deben ser, obligatoriamente y sin excepción, estrictamente vegetarianos. Lo que da fuerza y veracidad a este enunciado es que detrás de la insistencia del vegetarianismo y sobre la necesidad de seguir ese régimen, se halla la antigua tradición del pueblo atlante. El no ajustarse a esta sabia regla ha hecho que gran parte de los síquicos de hoy interpreten erróneamente los archivos akáshicos y astrales, dando lugar a la extravagante e incorrecta interpretación de las vidas pasadas. Sólo aquellos que durante diez años han sido estrictamente vegetarianos, pueden trabajar en lo que llamamos «el archivo de la Luz astral». Cuando logran agregar a sus cuerpos astral y físico purificados, la luz de la razón y la iluminación de su mente enfocada (que raras veces poseen), entonces llegan a interpretar con exactitud los fenómenos astrales. Su vinculo con el reino vegetal es muy estrecho e inquebrantable, y este eslabón o cadena vinculadora, lo conduce a trasponer el portal a la escena de sus investigaciones. Pero a no ser que el campo del servicio sea el objetivo que se persigue al ajustarse a un régimen vegetariano, las excusas para seguir y adoptar tal régimen, son generalmente inútiles y sin importancia. Desde el punto de vista de las eternas verdades, lo que un hombre come o viste, el acérrimo fanático lo ve bajo un aspecto muy distinto. Permítanme repetir: el problema de quitar la vida (la del reino animal o vegetal), es mucho más grave de lo que creemos y debe encararse desde un ángulo (no sólo de grado sino de clase) distinto del de quitar la vida a un ser humano. Los tres aspectos de la divinidad se unen en el hombre, y nadie debe interferir el destino de un divino hijo de Dios. La actitud referente a los dos aspectos de la divinidad, tal como se encuentran en los reinos subhumanos, es muy distinta, y la verdad emergente difiere de lo que creen las pequeñas mentalidades.»

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Mis conclusiones:

  • Para poder leer los archivos akáshicos es necesario seguir obligatoriamente una dieta estrictamente vegetariana.
  • Las personas que teniendo la facultad de acceder a dichos archivos no han seguido una dieta vegetariana, interpretan equivocadamente las vidas pasadas.
  • Salvo que se desee utilizar lo anterior para adecuarlo al servicio, no es estrictamente necesaria la alimentación vegetariana.



En resumen:

  • En las primeras etapas evolutivas del ser humano, una alimentación que incluya la carne no es perjudicial para el mismo (visto desde la perspectiva de la forma, no de la del espíritu).
  • Para una correcta interpretación de la lectura de los archivos akáshicos, es indispensable una dieta totalmente vegetariana.

 

TRATADO SOBRE LOS SIETE RAYOS VOL. 2 – PSICOLOGÍA ESOTÉRICA II
Segunda Parte.
Capítulo II. El Rayo de la Personalidad.
Introducción.

  1. Apropiación de los Cuerpos.
  2. Formación y Construcción de los Cuerpos

«Los estudiantes deberían tener en cuenta que existen varios pares de opuestos de los cuales deberán ocuparse secuencialmente. Esto frecuentemente se olvida. Por lo general, el énfasis se pone en los pares de opuestos del plano astral, y se omite mencionar a los aspirantes del plano físico y de los niveles mentales.

No obstante, es esencial que se reconozcan debidamente estos otros pares de opuestos.

(*) La energía etérica enfocada en el cuerpo etérico individual, antes de entrar en el período del discipulado, pasa por dos etapas:

Cuando asimila la fuerza latente en la forma física densa -la energía de la sustancia atómica que produce una mezcla y fusión definidas. Esto hace que la naturaleza animal se ajuste totalmente a los impulsos internos, procedentes del mundo de influencia pránica, en lo que se refiere al hombre no evolucionado, y del mundo astral inferior, en lo que concierne al hombre común o más evolucionado. Tal es la verdad que reside detrás de la frecuente afirmación de que el cuerpo físico denso es un autómata.

Sin embargo, en el momento en que tiene lugar la orientación interna hacia el mundo de los valores más elevados, entonces la fuerza vital o etérica, se pone en conflicto con el aspecto más bajo del hombre, el cuerpo físico denso, y se libra la batalla entre los pares de opuestos inferiores.

Es interesante observar que durante esta etapa el énfasis se pone en las disciplinas físicas o en los factores controladores, como la total abstinencia, el celibato, el vegetarianismo, la higiene y los ejercicios físicos. A través de éstos puede contrarrestarse el control que ejerce la forma sobre la vida, expresión inferior del tercer aspecto de la divinidad, lo cual libera al hombre para librar la verdadera batalla de los pares de opuestos.

Esta segunda batalla constituye el verdadero kurukshetra, y tiene lugar en la naturaleza astral, entre los pares de opuestos característicos de nuestro sistema solar, de la misma manera que los pares de opuestos físicos son característicos del sistema solar anterior. Podrá observarse, desde un interesante punto de vista, que la batalla entre los pares de opuestos en la espiral inferior (que concierne al cuerpo físico, en su doble aspecto) ocurre en el reino animal. Durante este proceso los seres humanos actúan como agentes disciplinarios (a su vez la Jerarquía lo hace con la familia humana), y los animales domésticos, forzados a ajustarse al control humano, luchan (aunque sea inconscientemente, desde nuestro punto de vista) con el problema de los pares de opuestos inferiores. Su batalla se desarrolla por medio del cuerpo físico denso y las fuerzas etéricas; entonces se inicia una aspiración más elevada. Esto produce, con el tiempo, la experiencia que llamamos individualización, en la cual se siembra la simiente de la personalidad. En el campo de batalla humano, el kurukshetra, comienza a actuar el aspecto superior del alma y eventualmente a dominar, llevando a cabo el proceso de integración humano-divino, denominado iniciación. Será de valor para los estudiantes reflexionar sobre este concepto

(*) Los párrafos en letra courier también se encuentran en el libro:

Espejismo

Primera Parte. La Naturaleza del Espejismo.

Las Seis Reglas del Sendero (Reglas del Camino)

  1. Espejismos en los Niveles Etéricos. Maya.

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Dado que como casi todo el texto extraído del libro es prácticamente el mismo que una entrada de blog anterior, para dar orden y coherencia a este estudio sobre la alimentación vegetariana, incluyo las conclusiones y resumen dadas en dicha entrada

Mis conclusiones:

  • Antes de transitar por el camino del discipulado, la energía comentada anteriormente, junto con la que reside inherentemente en toda forma física, se mezcla y convive en cierta armonía adaptándose la naturaleza animal de las personas tipo anteriormente indicadas a esta situación. Pero cuando los valores superiores de la persona empiezan a hacerse notar (el alma comienza a controlar a la personalidad), entran en conflicto estas dos energías.
  • En esta etapa de la vida del ser humano, son de importancia las disciplinas físicas (entre ellas el vegetarianismo) ya que permiten el control y la neutralización de la expresión inferior del tercer aspecto de la divinidad, liberando al ser humano del control físico, permitiéndole de esta manera dedicar su tiempo a equilibrar los pares de opuestos de su naturaleza astral.
  • En un nivel inferior, los animales (aunque inconscientemente) realizan su propia lucha para equilibrar sus pares de opuestos, logrando de esta forma su individualización, de la misma manera que en los seres humanos esta lucha lo lleva a la iniciación.
  • (Nota: Cuando se hace referencia a la palabra kurukshetra, el Maestro se refiere a la analogía del campo de batalla que, en el Baghavad Gita, Arjuna (el alma) debe entablar con sus enemigos (la personalidad) a fin de someter a los mismos.)

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En resumen:

  • A fin de tener controladas las energías inferiores y poderlas llevar bajo el umbral de la conciencia en el ser humano (a los efectos de poder dedicar su tiempo a equilibrar las energías de su cuerpo astral), éstas deben ser sometidas previamente a unas disciplinas físicas que (entre otras) incluyen la dieta vegetariana.

 

TRATADO SOBRE LOS SIETE RAYOS VOL. 4 – CURACIÓN ESOTÉRICA
Primera Parte. Las Causas Fundamentales de las Enfermedades.
Capítulo IV. Respuestas a Algunas Preguntas

» La Dieta.

Ninguna dieta puede ser del todo apropiada para un grupo de personas de diferentes rayos, diferentes temperamentos y equipos y diversas edades. Cada individuo difiere totalmente de otro, en algunos puntos; deben investigar qué necesitan como individuo, cómo pueden ser mejor satisfechos los requisitos corporales y qué tipo de sustancia les permitirá prestar mejor servicio. Cada persona debe descubrirlo por sí misma. No hay régimen alimentario grupal. Tampoco es obligatorio eliminar la carne ni mantener un estricto régimen vegetariano. Existen períodos en la vida y a veces encarnaciones enteras, en que el aspirante se somete a una disciplina alimentaría así como en otros períodos, o en toda una vida, se exige temporariamente un estricto celibato. Pero hay otros ciclos de vidas y encarnaciones donde el interés del discípulo y el servicio que presta, se orientan hacia otra dirección. Hay encarnaciones posteriores donde ya no existe un constante pensamiento sobre el cuerpo físico, y el hombre actúa libre de los complejos dietéticos y vive sin concentrarse en la vida de la forma, ingiriendo alimentos disponibles, con los cuales puede mantener una vida eficiente. En el pasado se consideraba esencial seguir un régimen vegetariano como preparación para recibir ciertas iniciaciones. Eso no siempre es así, pues muchos discípulos creen que se están preparando prematuramente para la iniciación.»

– – – – –

Mis conclusiones:

  • Dado que cada persona tiene unas características diferentes respecto a las de otras personas, no existe un régimen alimenticio que pueda recomendarse tanto individual como grupalmente. Cada individuo debe ser capaz de averiguarlo por si mismo. Elija la dieta que elija, debe permitirle satisfacer las necesidades corporales que le permita obtener los mejores resultados en el servicio.
  • No es obligatorio el régimen vegetariano. En determinados periodos de la vida del aspirante o incluso encarnaciones enteras, sí que se le somete a unos estrictos regímenes y disciplinas, pero en otras no es necesario, puesto que se considera que ya se ha conseguido el control del cuerpo por sí mismo.
  • El que en determinadas circunstancias se exija un régimen vegetariano no implica forzosamente que el aspirante esté preparándose para recibir una Iniciación.

 


 

TRATADO SOBRE LOS SIETE RAYOS VOL. 4 – CURACIÓN ESOTÉRICA
Tercera Parte. Las Leyes Fundamentales de la Curación.
Capítulo VIII. Aplicación de las Leyes y Reglas.

Regla Dos.

«En la época lemuria el curador lograba su objetivo aplicando drásticas disciplinas físicas, obteniendo así la necesaria pureza. Como saben, la finalidad del esfuerzo jerárquico en esos días, consistía en enseñar al hombre primitivo el empleo y propósito del cuerpo físico y su control inteligente; el hombre que dominaba el cuerpo y lo controlaba, como un maquinista controla su máquina, era considerado entonces un iniciado. En la actualidad lo que hace al hombre un iniciado es el dominio de la personalidad. Se exigía estricto celibato, un cuidadoso régimen alimenticio y cierta medida de limpieza corporal, además de los rudimentos del Hatha Yoga (control embrionario físico y atlético, principalmente control muscular). Obtenido esto, la así llamada pureza permitía afluir libremente las corrientes pránicas del curador al paciente, a través de los centros sacro y laríngeo -el curador espiritual trabajaba a través del centro laríngeo y el punto de recepción era el centro sacro del paciente; no se utilizaban los centros cardíaco ni coronario. Prana, podría ser definido para ustedes como la vitalidad del planeta, su emanación vital; esto es lo que distribuye o transfiere el curador nato (que no ha tenido entrenamiento ni posee mucho conocimiento esencial y poca o ninguna orientación espiritual). Cura, pero no sabe cómo ni por qué; el prana fluye simplemente a través de él como una fuerte corriente de vitalidad animal, comúnmente del centro esplénico y no de alguno de los siete centros.

Estas drásticas disciplinas físicas a menudo son aplicadas hoy  por los aspirantes bien intencionados; practican el celibato, el estricto vegetarianismo, ejercicios de relajamiento y muchos tipos de ejercicios físicos, con la esperanza de controlar el cuerpo. Estos tipos de disciplinas serán muy buenas para el ser humano no evolucionado y del tipo más inferior, pero no son métodos que debe emplear el hombre común o el aspirante practicante. La concentración en el cuerpo físico sólo sirve para aumentar su potencia, nutrir sus apetitos y hacer salir a la superficie de la conciencia aquello que debería estar firmemente recluido bajo el umbral de la conciencia. El verdadero aspirante debería ocuparse del control emocional y no del control físico, y hacer el esfuerzo para enfocarse en el plano mental antes de lograr un contacto estable con el alma.»

– – – – –

Mis conclusiones:

  • En la época lemuriana el curador esotérico lograba sus objetivos gracias a unas estrictas disciplinas que le permitían disponer de un cuerpo puro por el que afluyese el prana planetario.
  • Las estrictas disciplinas que siguieron los aspirantes de la época lemuriana (como el vegetarianismo, entre otras) son efectivas para las personas poco evolucionadas, pero no deberían ser utilizadas en la época actual por los aspirantes, puesto que un excesivo énfasis en el  cuerpo físico solo sirve para aumentar la potencia del mismo y estimular aquello que ya debería de encontrarse recluido bajo el umbral de su conciencia.
  • Los aspirantes de nuestra época deberían concentrar su interés en el control emocional y mental y no tanto en el cuerpo físico, puesto que el control del mismo ya debería de haberse realizado y encontrarse el mismo por debajo de su nivel de conciencia.

 

TRATADO SOBRE LOS SIETE RAYOS VOL. 4 – CURACIÓN ESOTÉRICA
Tercera Parte. Las Leyes Fundamentales de la Curación.
Capítulo VIII. Aplicación de las Leyes y Reglas.

Ley VI.

«En resumen, el cuerpo físico no es un principio ni el principal punto de atención del aspirante; responde automáticamente a la conciencia que se desenvuelve lentamente en todos los reinos de la naturaleza; permanece siendo constantemente aquello sobre lo cual se trabaja y no lo que posee una influencia innata propia: no tiene importancia en el proceso activo, porque es el receptor y no lo que inicia la actividad. Lo importante es la conciencia en desarrollo, la respuesta del hombre espiritual interno a la vida, circunstancias, acontecimientos y medio ambiente. El cuerpo físico responde. Cuando el cuerpo físico llega a ser erróneamente objeto de atención, se produce la retrogresión; he aquí por qué toda profunda atención dedicada a las disciplinas físicas, al vegetarianismo, a los regímenes y ayunos y a los actuales tipos de (las así llamadas) curaciones mentales y divinas, son indeseables y no están de acuerdo con el plan proyectado. Por consiguiente, poner excesivo énfasis sobre el cuerpo físico y considerarlo indebidamente, es reaccionario y similar a la adoración del becerro  de oro por los hijos de Israel; es volver a aquello que en un tiempo fue importante, pero que hoy debe relegarse a una posición menor y por debajo del umbral de la conciencia.»

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Mis conclusiones:

  • El cuerpo físico no es un principio ni debe de ser el principal foco de atención del aspirante, ya que el mismo actúa como un autómata respondiendo a la conciencia que se desarrolla en todos los reinos de la Naturaleza.
  • Lo importante es el desarrollo de la conciencia, no la forma que la contiene.
  • Cuando se pone un excesivo interés en disciplinas físicas se consigue un efecto contrario, es decir, se estimula mas a la forma que a la conciencia, siendo esto opuesto al plan perseguido.

En resumen:

  • No existe un régimen alimenticio único. Este dependerá de las características personales y/o grupales.
  • No es obligatoria la dieta vegetariana, aunque en determinadas circunstancias y vida (o encarnaciones) del aspirante, es indispensable la misma.
  • En los aspirantes, no es aconsejable seguir estrictas disciplinas (como el vegetarianismo)seguidas en épocas remotas ya que:
    • se considera que el control del cuerpo físico ya se ha logrado.
    • una atención excesiva en el mismo estimula su potencia, dificultando focalizar la atención en el control de los cuerpos emocional y mental.
  •  El cuerpo físico no es un principio y reacciona como un autómata a la conciencia que reside en esa forma.
  • Lo importante no es el desarrollo de la forma sino de la conciencia que habita en esa forma.

 

TRATADO SOBRE LOS SIETE RAYOS VOL. 5 – LOS RAYOS Y LAS INICIACIONES
Primera Parte. Catorce Reglas para la Iniciación Grupal.
Palabras de Introducción.

Regla Tres. 

«…/…

A este respecto es conveniente recordar que hay tres grandes energías enfocadas en Shamballa, el sitial del fuego: 

  1. La Energía Purificadora: El poder innato en el universo manifestado que, gradual y constantemente, adapta el aspecto sustancia a lo espiritual mediante un proceso que denominamos purificación, en lo que concierne a la humanidad. Involucra la eliminación de todo lo que impide la plena expresión de la naturaleza divina, y ello también se debe a la capacidad inherente o latente. Para que se realice, es necesario abandonar etapa tras etapa, ciclo tras ciclo, vida tras vida y un plano tras otro, todo lo que en la naturaleza forma tiende a velar u ocultar la gloria de Dios. Esencialmente es la energía que sustituye al mal por el bien. El pensamiento humano ha degradado este concepto de tal manera, que relaciona la purificación con los fenómenos físicos con la vida en el plano físico y con el idealismo egoísta, basado en gran parte en la idea del cuidado higiénico de la sustancia. El celibato obligatorio y el vegetarismo rígido son ejemplos conocidos, y estas disciplinas físicas ocupan el lugar de la emoción amorosa, claridad mental, iluminación intuitiva, y hacen que los pensamientos del aspirante se enfoquen hacia abajo, en la materia y no externamente hacia arriba, en la luz.

…/…»

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Mis conclusiones:

  • Refiriéndonos al ser humano, de las tres grandes energías centralizadas en Shamballa, la función de una de ellas (la de la Energía Purificadora) es la de someter y adaptar la sustancia (entendiendo como sustancia a los diferentes tipos de materia existentes en el Universo manifestado) a una constante e inexorable adaptación y perfeccionamiento de la misma, para que el aspecto Espíritu de la Divinidad pueda manifestarse sin impedimentos y en todo su esplendor. Todo ello se realiza periódicamente mediante la utilización y abandono posterior de las formas (cuerpos) utilizadas.
  • Por regla general, el ser humano ha errado la interpretación de lo anterior y ha circunscrito el aspecto purificación exclusivamente al ámbito del cuerpo físico y de forma personal y egoísta. Prueba de ello son (entre otras disciplinas) el vegetarianismo el cual, si es mal interpretado, no se realiza «por compasión» a esas vidas a las cuales se evita sacrificar (enfoque emocional), o por intentar «ofrecerles oportunidades y ayuda» para que puedan evolucionar mejor y mas rápidamente (enfoque mental), sino por «egoísmo personal» y exclusivamente con la intención de obtener un cuerpo físico puro y sano (enfoque físico). Siendo así, el dirigir la atención exclusivamente al cuerpo físico, impide el desarrollo de facultades superiores en el ser humano como la compasión y el propósito de colaboración con el 3r Reino (el animal), necesarias para poder ayudar a «evolucionar» al mismo.

Regla Seis.

«La Regla Seis para discípulos es el polo opuesto de esta misma regla para aspirantes. En esta última hallarán, si consultan mi exégesis sobre la misma, en el libro Iniciación Humana y Solar, que su propósito consistía en obtener la pureza física, acentuando la necesidad de someterse a un régimen vegetariano durante determinada etapa del proceso preparatorio. Las razones para someterse a esa disciplina eran dos: purificación, y la necesidad de que el aspirante (en esa etapa) se abstenga de compartir los beneficios derivados de «quitar la vida», según se dice. Pero, ¿se puede quitar la vida? No lo creo. La Vida ES. Nada en el cielo o la tierra puede tocarla o afectarla. Esto es algo que frecuentemente se olvida. En consecuencia, la regla para los aspirantes concierne a su capacidad de aceptar y adherirse a una disciplina autoimpuesta. Por medio de esa disciplina el aspirante demuestra a sí mismo el control de las naturalezas física y astral, y su efecto le revelará ciertas fallas inevitables y básicas, como el control ejercido por la naturaleza animal, la poderosa imposición del deseo, el sentido de superioridad, orgullo y separatividad. Su capacidad en mantener la disciplina y su propia estimación por haberlo realizado, además de su sentido de superioridad demostrado hacia quien no se disciplina, todo indica fallas esenciales. Su fanatismo latente o expresado, emerge con claridad en su conciencia, y -cuando es sincero- es consciente de haber logrado alguna medida de pureza física, pero al mismo tiempo se da cuenta que quizás comenzó por lo externo y evidente, cuando debió hacerlo por lo interno y por aquello que no es tan fácil hacer contacto o expresar. Ésta es una grande y muy importante lección.

Lo antedicho constituye también una interesante ilustración de la técnica que emplean los Maestros, por la cual Ellos permiten que una falla no sea corregida (pues fue originada por el discípulo y sólo él debe eliminarla) y se use un lenguaje que imparte una impresión errónea. Con tal método, el que emplea dicho lenguaje descubre oportunamente su erróneo acercamiento a la verdad. En sentido espiritual, la vida no se puede quitar. Este error o equívoco en el acercamiento a la verdad, lleva al hombre y mujer, en el sendero de probación, a demostrar su anhelante y sincera aspiración mediante la disciplina, usando como sustituto el producto «del segundo» y absteniéndose de sostener la vida con el producto «del tercero». Al sacrificar la vida del segundo reino de la naturaleza (empleando la errónea afirmación del propio aspirante) y nutrir con él el cuerpo físico, el discípulo en probación logra romper el aferramiento o potencia de la naturaleza física, lo cual siempre ayuda. Aún no sabe que esta cumpliendo reglas menores en tiempo y espacio y una vez que se haya demostrado a sí mismo que puede cumplirlas y obedecerlas, queda liberado de ellas y ya no las necesitará. El discípulo y el aspirante a la iniciación sabe que la vida es una, aunque ella tome una forma en el segundo, tercero o cuarto reinos, y también que la vida que en él reside es una con la vida del primer reino, el mineral; aprende que la vida es indestructible y no puede quitarse ni destruirse, sino que «pasa» de una forma a otra, de una experiencia a otra, hasta que por medio de la vida se expresa la perfecta voluntad de Dios.

El verdadero discípulo no necesita del vegetarismo ni de disciplina física, por la razón de que ningún apetito de la carne lo domina. Su problema reside en otra parte, constituyendo pérdida de tiempo y de energía, dedicar la atención en «hacer las cosas físicamente correctas», porque lo hace automáticamente y porque sus hábitos espirituales contrarrestan las tendencias físicas inferiores; la adquisición de dichos hábitos le permite vencer automáticamente el llamado de esos deseos que dan por resultado la satisfacción del deseo inferior. Nadie es aceptado en el círculo del ashrama (nombre técnico aplicado a la categoría correspondiente a quienes están en vísperas de recibir la iniciación o son preparados para la misma) si existe peligro de ser dominado por los apetitos físicos. Ésta es una afirmación verídica. Atañe particular y específicamente a los que se preparan para la primera iniciación. Quienes se preparan para la segunda iniciación deben demostrar que se han liberado de la esclavitud de las ideas, de la reacción fanática a cualquier verdad o dirigente espiritual, y del dominio ejercido por su aspiración -que por su intensa dedicación, sacrificaría tiempo, personas y la vida misma, al llamado del Iniciador- o, para ser más exacto, lo que él cree que es Su llamado.»

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Mis conclusiones:

  • Según sea la condición espiritual en la que se encuentre el ser humano (aspirante o discípulo) la necesidad o no del vegetarianismo será indispensable para el desarrollo del mismo.
  • El hecho de exigir al aspirante determinadas disciplinas físicas como el vegetarianismo, a parte de permitirle demostrar el control sobre sus tendencias y apetitos inferiores, sean estas físicas (obtener satisfacciones) como emocionales (deseo por obtenerlas), le permitirá comprender otros errores básicos que debe enmendar, como el fanatismo (en el aspecto emocional), la arrogancia, el orgullo, el sentido de superioridad con respecto a quienes no siguen esas disciplinas o el de separatividad (en el aspecto mental).
  • El aspirante debe de pasar por todas las pruebas que le permitan demostrar que tiene el control sobre su naturaleza física. Una vez demostrado dicho control no se le volverán a presentar dichas pruebas.
  • El discípulo sabe que la Vida es indestructible y Es la misma que anima a todos los reinos de la Naturaleza. Evoluciona a través de los diferentes reinos, tomando diferentes formas y viviendo diferentes experiencias, permitiéndole de esta manera expresar el propósito de la Divinidad.
  •  El discípulo no necesita de disciplina física debido a que ha trascendido las satisfacciones del cuerpo físico. Sus hábitos espirituales superiores contrarrestan cualquier tendencia inferior.
  • Nadie es aceptado en el ashrama de un Maestro si se encuentra encadenado a ideas (aspecto mental), reacciones fanáticas (aspecto emocional) y/o pasiones (aspecto físico).

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En resumen:

  • Si el hecho de seguir una disciplina alimentaria vegetariana lo es para conseguir exclusivamente un cuerpo físico sano y puro, al enfocar exageradamente la atención en el mismo, evita el desarrollo de cualidades superiores que el ser humano debe poseer.
  • Según se trate de aspirantes o discípulos, así será requisito indispensable la dieta vegetariana o no, puesto que los primeros deben demostrar (y demostrarse a ellos mismos) el control sobre su cuerpo físico, y los segundos, habiendo trascendido los impulsos inferiores, no necesitan de determinadas disciplinas.
  • En el caso de aspirantes, las pruebas que se le presentan para demostrar el control sobre su cuerpo físico, le permite experimentar otros aspectos que debe vencer (orgullo, sentido de superioridad, fanatismo, etc.)
  • La Vida Es indestructible y Una. Evoluciona y utiliza los diferentes cuerpos y reinos de la Naturaleza de forma cíclica para poder expresar y llevar a término los propósitos de la Divinidad.

 

AUTOBIOGRAFÍA INCONCLUSA. (A.A.B.)

Capitulo Cuarto. 

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La vida en Hollywood se me hizo más fácil. Mis niñas estaban en edad para asistir a la escuela y al jardín de infantes. Hice muchos amigos, y en Crotona los jardines de la Sede Teosófica, eran hermosos. La comunidad consistía de más o menos quinientas personas, algunas de las cuales vivían allí y otras en Hollywood o Los Angeles. Había salones para conferencias, aulas, un santuario, donde se reunían los miembros de la sección esotérica, y una cafetería. El lugar era muy bien administrado y al llegar me pareció un paraíso terrenal, considerando a todos profundamente espirituales. Creí que los dirigentes e instructores eran por lo menos iniciados de alto grado. Asistí a reuniones y clases y aprendí mucho, por lo que estoy muy agradecida. Después de poco tiempo, se me pidió encargarme de la cafetería y, bendita ignorancia, acepté muy regocijada la responsabilidad. Por supuesto era un establecimiento estrictamente vegetariano, y me había hecho vegetariana desde que conocí las enseñanzas teosóficas. Mis hijas nunca habían probado carne, pollo ni pescado, y yo sufría del común complejo de superioridad que tan a menudo caracteriza en forma destacada al vegetariano.

Estoy convencida de que en la vida de todo discípulo llega siempre una etapa en que se debe ser vegetariano. Del mismo modo llega una vida en que el hombre o mujer deben ser célibes. Esto sirve para poder demostrar el control adquirido sobre la naturaleza física. Cuando uno ha aprendido a ejercer ese control y ya no es atraído por los apetitos de la carne, puede casarse o no, comer carne o no y hacer lo que mejor le plazca o le indique su karma o las circunstancias. Una vez logrado, la situación cambia. Las disciplinas físicas constituyen un aspecto del entrenamiento, y cuando se aprende la lección, ya no son necesarias.

El argumento que presenta el vegetarianismo, basado en la crueldad de sacrificar animales para comerlos, quizás no sea tan sólido como lo creen las personas de tipo emocional y sentimental. Mucho me ha preocupado esto pues amo a los animales. Quisiera hacer dos sugerencias que me fueron muy útiles. Hay una ley de sacrificio que rige todo el proceso evolutivo. El reino vegetal extrae su sustento del reino mineral, porque sus raíces están hundidas en el reino mineral. El reino animal extrae en gran escala su sustento del reino vegetal y vive de la vida de ese reino. Algunos animales superiores son carnívoros y, de acuerdo a la ley de evolución, son presa uno de los otros, no siendo inducidos a ello por el pensamiento del hombre, como pretenden algunos fanáticos. En consecuencia, podría decirse que el reino humano extrae su sustento del reino animal y, debido a que el hombre es el macrocosmos para los otros tres reinos inferiores, podría suponerse, lógicamente, que extrae su vida de los otros tres, y así lo hace. En las antiguas escrituras de Oriente se indica que el reino humano es “el alimento de los dioses”, y con esa afirmación se completa la gran  “cadena del sacrificio”. Mi segundo punto se refiere a la Ley de Causa y Efecto o de Karma, como la denominan los teósofos. En la época del hombre primitivo el género humano era víctima del reino animal y carecía de toda defensa. En el pasado los animales salvajes acechaban a los seres humanos. La Ley de Retribución rige en todos los reinos. Posiblemente esta ley sea uno de los factores que ha llevado a la humanidad hacia el. Forjé esto en mi propia conciencia, a su debido tiempo, pero no con rapidez.

Me hice cargo de la cafetería y aprendí a ser una buena cocinera vegetariana. Mi primer quehacer en Crotona fue vaciar los recipientes de desperdicios. Como verán, comencé desde abajo. Observaba con mucho interés a la gente, la mayoría desconocida para mí. Francamente muchos de ellos me agradaban y muy pocos me disgustaban. Llegué a dos conclusiones: que a pesar de todo lo que se dice sobre dietas equilibradas, ellas no eran particularmente saludables, y descubrí también que cuanto más rígido y sectario era su vegetarismo, tanto más criticón parecía ser el individuo. Había en Crotona vegetarianos que no querían comer queso, leche ni huevos, porque son productos animales, creyéndose excesivamente buenos y en camino hacia la iluminación espiritual, pero la reputación de nadie se libraba de ellos. He estado pensando sobre esto y llegué a la conclusión de que más vale comer un pedazo de carne y tener una lengua compasiva, que ser estrictamente vegetariano y mirar el mundo desde un pedestal de superioridad. Por otra parte debo señalar que las generalizaciones son inexactas. He conocido muchos vegetarianos encantadores, amables y buenos.

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Mis conclusiones:

  • Como a menudo y de forma redundante he comentado anteriormente, en algún momento de la vida del ser humano (que desea iniciarse en el camino espiritual) debe de demostrar que posee un perfecto control de su cuerpo físico, dominando y subyugando sus apetitos, instintos animales y bajas pasiones. Una vez demostrado que tiene verdadero control sobre su cuerpo, no es necesario seguir dietas ni disciplinas estrictas, ya que el poder atractivo de la materia no tiene influencia sobre él. Puede libremente elegir el tipo de dieta que mejor le sirva para poder cumplir su acometido en esa encarnación en particular. Probablemente y a partir de ese momento, sus circunstancias kármicas ya no lo sitúen en un escenario en el que deba optar por un tipo de alimentación u otra.

    A modo de ejemplo (recordad que son conclusiones personales, no extraídas de ningún libro y, por tanto, sujetas a error): Si un ser humano ha trascendido la necesidad de alimentarse a base de alimentos de origen animal, (quizás) su karma lo hará encarnar en familias vegetarianas, por lo que no se encontrará en la disyuntiva de tener que elegir la manera en como alimentarse, dado que al haber sido educado en un ambiente vegetariano (probablemente) ya no deseará otro tipo de alimentación que no sea la vegetariana. Pero si por motivos de servicio se lo envía a encarnar en un lugar en el que no existe la posibilidad de alimentarse de otra forma que no sea en base a alimentos de origen animal (por ejemplo un pequeño pueblo de pescadores de una zona humilde del planeta), sería absurdo que esa persona enfermase o tuviese un cuerpo débil (y poco servicio podría realizar con mala salud) por el mero hecho de negarse a alimentarse de otra forma que no sea la vegetariana.

  • Una de las constantes en la Evolución (al menos en este planeta) es la del sacrificio. Un reino superior precisa del inferior para poder realizar su labor y subsistir. El mineral sirve de sustento al vegetal. Buena parte del reino animal obtiene su alimento del vegetal, el cual, ya contiene los nutrientes de su inferior a él, el mineral. La mayor parte de la humanidad se alimenta del conjunto de los tres reinos inferiores al suyo… ¿y el quinto reino, el espiritual? ¿Acaso los Grandes Seres precisan de nosotros para poder «subsistir»? Desde un punto de vista «físico» evidentemente que no, ya que ellos de entrada no poseen cuerpos materiales que deban de ser nutridos, pero sí que precisan del ser humano para poder avanzar hacia tareas mas elevadas a las que ya de por sí realizan. ¿De qué forma? Ellos no pueden dejar sus responsabilidades hasta que alguien los substituya, y esos substitutos, por lógica, deberían de proceder del reino inferior al suyo, el cuarto reino, el humano. Cuando el ser humano ha recibido determinadas iniciaciones, el hecho de recibirlas indica que ha transmutado su individualidad y egoísmo por grupalidad y altruismo, y por tanto se encuentra en disposición de poder ocupar (cuando la Ley de Ciclos lo permita) sus responsabilidades. Ese es el «sacrificio» que realiza el ser humano dentro de la cadena evolutiva. Sacrifica su egoísmo e intereses personales por el bien común de la humanidad.
  • Tiempo atrás, en los orígenes de la humanidad, cuando el ser humano no tenía posibilidad de defenderse de los ataques de los depredadores (todavía no tenía desarrollada la mente o inteligencia) sufrió mucho por parte de los mismos. Se podría interpretar por ello que el reino animal sirva de alimento en la actualidad a la humanidad como parte del karma contraído en aquel entonces (aunque reconozco por mi parte que no acabo de entender el porqué la mayor parte de animales que sirven de sustento al ser humano, sean dóciles y herbívoros y no los depredadores que deberían de ser los que asumiesen su responsabilidad kármica contraída).
  • El llevar al extremo determinadas filosofías y disciplinas puede llegar a convertir al ser humano en todo lo contrario a lo que pretende. Existen vegetarianos estrictos que por el hecho de serlo adquieren un sentimiento de superioridad con respecto a los que no lo son. Lógicamente, es preferible una persona de nobles ideales y buenas acciones aunque se alimente de carne, a una de estrictos hábitos vegetarianos pero que sus pensamientos y acciones no vayan dirigidos en la dirección correcta.

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Capítulo Quinto.
Principios de la Escuela Arcana.

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La Escuela Arcana también tiene como norma no inmiscuirse en la vida privada del estudiante. No se impone disciplina física ni régimen vegetariano; tampoco se prohíbe fumar ni beber alcohol, como lo hacen a menudo otras escuelas esotéricas; eso lo considera de su propia incumbencia, pues cree que dada la correcta enseñanza, hará por sí solo los reajustes necesarios. Sabe que el alma impone su propia disciplina a su instrumento, la personalidad. La tarea de la Escuela Arcana consiste en enseñarle a conocer su propia alma y a obedecer sus requisitos. Por lo tanto, no impone al estudiante normas de vida ni se inmiscuye en sus asuntos privados. A medida que transcurre el tiempo, el alma impondrá al estudiante sus propias normas, si es sincero y está realmente interesado.

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Mis conclusiones:

  • La Escuela Arcana no impone criterios ni disciplinas a sus estudiantes. Considera que cada estudiante obtendrá de su propia alma las disciplinas que considere oportunas.

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En resumen:

  • En algún momento en la vida del discipulado deberá de demostrar que posee total control sobre su cuerpo físico.
  • El sacrificio es una constante en la Evolución. El reino inferior se sacrifica por el superior a él.
  • Dado que el ser humano en la antigüedad sufrió las consecuencias de haber sido alimento de depredadores, podría ser que parte del karma retributivo del reino animal sea el de servir de alimento a la humanidad.

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Con este artículo concluye el intento de recopilar toda la información relacionada con el vegetarianismo contenida en los libros del Maestro Tibetano (Djwhal Khul) y Alice A. Bailey.

En el próximo artículo intentaré sintetizar lo (personalmente) mas representativo de sus enseñanzas.

 

Dani Dofinet
https://maestrodk.blogspot.com.es

 

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