El plano astral es una esfera que rodea e interpenetra la Tierra. En el orden concentrico de las esferas, la astral es la que le sigue a la física. Se nos dice que a diferencia de la Tierra, la vida en la esfera astral ocurre en quatro dimensiones.
Los objetos y habitantes del mundo astral son reales en el mismo concepto que lo son nuestros cuerpos, nuestros muebles, nuestras casa etc… no duran eternamente en tal estado como no duran eternamente los objetos del mundo físico.
El plano astral se suele llamar el reino de la ilusión a causa de la extrema inseguridad de las impresiones que en él recibe el inexperto visitante.
El plano astral está dividido en siete subplanos, cada uno de ellos con su correspondiente grado de materialidad. La materia de cada plano o subplano interpenetra la materia del plano o subplano inmediatamente inferior en densidad.
En el hombre, el cuerpo astral es el vehículo por medio del cual este expresa sus sentimientos, pasiones, deseos y emociones; además sirve como puente y medio de transmisión entre el cerebro físico y la mente.
Muy pocos son conscientes de la existencia de su cuerpo astral, y muchos menos son capaces de regularlo y actuar en él a plena conciencia.
Conocer su composisión y cómo actúa es de gran valor para comprender muchos aspectos de la psicología humana, tanto individual como colectiva, para comprender también la vida a la que pasan los seres humanos al morir físicamente, los métodos físicos y no físicos de curar enfermedades así como para entender mejor las experiencias y funciones de nuestros sueños.
Para la visión clarividente el cuerpo astral no parece ser muy distinto del físico. Ofrece un aspecto luminoso, brillante, colorido y su forma ovoide rodea e interpenetra el cuerpo físico con un aura que se extiende de 30 a 45 cm más o menos de su contorno.
La materia que lo compone es mucho más fina y sutil que la física. El cuerpo astral aparece en constante movimiento, sus colores cambiando frecuentemente al ir reflejando los diferentes estados emocionales de las personas y sus variados deseos.
Para poder apreciar la aparencia del cuerpo astral, es preciso tener en cuenta que las particulas que entran en su composición están siempre en movimiento. En la mayor parte de los casos, las nubes de color se funden unas en otra, sobreponiendose mutuamente, a la vez que aparecen y desaparecen.
Una descripción que tal vez ofrezca el aspecto más apropiado de la materia del cuerpo astral podría ser el agua que burbujea y hierve en un recipiente.
En su libro Los angeles y la estructuración de las formas, Vicente Beltran Anglada nos dice lo siguiente:
Todos los Reinos de la Naturaleza emiten radiaciones magnéticas. Tales radiaciones, al
transformarse en impulsos astrales se convierten en formas definidas bajo la experta dirección de unos Devas, llamados de la Sensibilidad, y de los innumerables agentes astrales a sus órdenes.
El Plano astral de la humanidad constituye un verdadero universo paralelo del universo físico
Todo ser humano y cuanto existe en la Naturaleza tendrán allí un dupicado perfecto, aunque en materia sensible o psíquica de su contenido físico o molecular. Este cuerpo psíquico, en lo que al ser humano se refiere, estará situado en orden a la calidad de su vida espiritual o evolución personal en el nivel o subplano que por ley o principio de vibración le corresponda entre los Siete que constituyen el Plano Astral.
Las unidades de vida en los demás Reinos tendrán también allí su duplicado psíquico, siendo apreciadas así en el plano astral las formas minerales, vegetales o animales en el subplano correspondiente”.
Colores
En el plano astral de la naturaleza se dan todos los colores conocidos e incluso otros que en la actualidad todavía se desconocen.
Cada cualidad se manifiesta de un color y posee su propio tipo especial de materia astral. Las cualidades malignas o egoístas se expresan en vibraciones relativamente lentas de materia más grosera, mientras que las buenas se manifiestan en materia más fina.
El cuerpo astral del hombre primitivo ostenta un estado incipiente y en él se observan colores oscuros e indefinidos prevaleciendo los tonos marrón-verdoso, rojos oscuros y negros.
Al contrario, el cuerpo astral de una persona evolucionada es hermosísimo, lleno de colores de luminosa transparencia, semejante a un arcoiris
Los estados emocionales negativos tales como la ira, por ejemplo, tienen el ovoide de un color negruzco, oscuro, sembrado de vetas escarlata en forma de dardos y ofrece un aspecto desagradable e intranquilizador.
Por contraste, cuando un sentimiento de amor puro y desinteresado surge del individuo, como aquel de una madre acunando a su bebé en los brazos, el ovoide adquiere un hermoso color rosa.
En el libro de Arthur E. Powell en el capitulo 3 ( página 22) podemos ver una relación de los
colores principales y de las emociones que expresan.
A la hora de interpretar el significado de los colores, debemos tener presentes unos puntos; por ejemplo el brillo general del cuerpo astral, la relativa precisión o imprecisión de los contornos, la brillantez relativa de los distintos centros de fuerza o chakras.
El amarillo del intelecto, el rosa de los afectos y el azul de la devoción religiosa se hallan siempre en la parte superior del cuerpo astral; los colores del egoísmo, la avaricia, el engaño y el odio se encuentran en la parte inferior; la masa del sentimiento sensual suele flotar entre estas dos zonas.
El hombre carente de desarrollo, la porción inferior tiende a ser mayor que la superior, en el hombre más evolucionado sucede lo contrario: la parte más estrecha está abajo.
En el libro de Arthur E. Power (página 32) tenemos la descripción del aspecto del cuerpo astral de un hombre corriente enamorado.
Funciones
Podemos agrupar las funciones del cuerpo astral en tres divisiones:
1- Hacer posible las sensaciones.
2- Servir de puente entre la mente y la materia física.
3- Actuar como vehículo independiente de conciencia y de acción.
1- Los deseos se originan en el cuerpo astral. El cuerpo físico es solamente un mecanismo por el cual se sirve el cuerpo astral para la expresión de sus emociones y la satisfacción de sus deseos. En el hombre corriente, el cuerpo astral está compuesto de la materia de siete sub-divisiones. A medida que el individuo progresa en la escuela de la vida planetaria transmutando sus primitivos deseos y emociones en algo puro y elevado, la materia de su cuerpo astral empieza a refinarse eliminando gradualmente la parte grosera y dejando solo la materia de las tres sub-divisiones más elevadas del plano. En la persona que da rienda suelta a emociones y deseos de tipo inferior, el cuerpo astral albergará considerable cantidad de materia de las tres sub-divisiones inferiores del plano astral, es decir, aquellas que contienen materia que vibra en consonancia con el estado vibratorio inferior.
2- La segunda función del cuerpo astral es la de actuar de puente entre la materia física y la mente. Un impacto recibido por los sentidos físicos se transforma en sensación y es percibido por la mente. Por ello sin la acción general del cuerpo astral, no existiría conexión entre el mundo exterior y la mente del hombre. Por el contrario cuando pensamos ponemos en movimiento nuestra materia mental; las vibraciones generadas de este modo se transmiten a la materia de nuestro cuerpo astral. Ésta afecta a la materia etérica, y por su parte, actua sobre la materia del cuerpo denso, la materia gris del cerebro.
El cuerpo astral es, por consiguiente, un autentico puente entre nuestra vida física y la mental; actúa como transmisor de vibraciones, tanto del físico al mental como de éste a aquél, y de hecho se desarrolla gracias al tránsito continuo de vibraciones en ambas direcciones.
3- La tercera función del cuerpo astral es la de vehículo independiente de conciencia y de accion. El hombre aún encarnado, funciona de manera consciente en la esfera astral cuando tiene desarrollo necesario para ello. En el hombre primitivo la consciencia astral es como una bruma que lo hace escasamente consciente de la vida astral, y sus vehhículos sutiles, aún sin desarrollo, permanecen durante el sueño flotando cercanos al cuepo físico pero sin permitir al Ego percibir o experimentar gran cosa.
Chakras
Desde las grandes galaxias espirales que abarcan miles de años luz, hasta los miles y miles de millones de átomos que vibran en un grano de arena, todo el universo está hecho de ruedas giratorias de energía. Las flores, los troncos de los arboles, los planetas, los seres humanos etc..todo está compuesto de circulos que giran.
Los chakras son centros de actividad receptores, asimiladores y transmisores de las energías vitales.
Nuestros chakras actúan como núcleos centrales formando la red coordinadora del complicado sistema cuerpo-mente. Desde el comportamiento instintivo hasta las estrategias más conscientemente planeadas, desde la emoción hasta la creación artistica, los chakras son los programas maestros que rigen nuestra vida, nuestro aprendizaje y nuestra iluminación, a manera de arco iris o canal de comunicación tendido entre la mente y el cuerpo, el espiritu y la materia,el pasado y el futuro, los cielos y la tierra.
Los chakras existen simultáneamente en muchas dimensiones.
Los chakras astrales, que se encuentran a menudo en el interior del cuerpo etérico, son vortices de cuatro dimensiones que se extienden en una dirección muy diferente de los del etérico. Aunque se corresponden con los chakras etéricos, no son límitrofes con ellos, aun cuando algún fragmento coincide.
Sus funciones son las siguientes:
- Chakra de la base de la columna vertebral: (Muladhara) es el asiento del ruego
Serpentino,Kundalini; una fuerza existente en todos los planos, a través de la cual se ponen en actividad todos los restantes chakras. - Chakra del ombrigo; ( Swadhisthana) después de que Kundalini entrara en actividad en el primer Chakra, avanzó hasta el del ombrigo y lo vivificó, despertando de este modo el poder de sentir en el cuerpo astral, con una sensibilidad a todo tipo de influencias , pero sin poseer aún nada comparable a la comprensión precisa que resulta de ver y oir.
- Chakra del bazo: (Manipura)Kundalini se dirigió a continuación hasta el Chakra del bazo, y por medio de éste vitalizó todo el cuerpo astral. La vivicación de éste chakra permite que el hombre viaje de manera consciente en su cuerpo astral, aunque sólo tenga una comprensión vaga de lo que encuentra en sus viajes.
- Chakra cardiaco: (Anahata) Este Chakra permite que el hombre comprenda las vibraciones de otras entidades astrales y simpatice con ellas, pudiendo entender instintivamente los sentimientos de dichas entidades.
- Chakras laríngeo: (Vishudha) Este chakra otorga al hombre, en el mundo astral, el poder que corresponde al oído en el mundo físico.
- Chakra entre cejas: (Ajna) Este chakra concede el poder de apreciar con nitidez la forma y los objetos astrales, en vez de percibir simplemente su presencia de un modo vago.
- Chakra coronario: (Shasrara) Este Chakra redondea y completa la vida astral, dotando al hombre de la perfección de sus facultades.
En el cuerpo físico, disponemos de organos especializados para cada sentido, sin embargo en el plano astral no ocurre lo mismo. Las partículas del cuerpo astral están fluyendo y girando continuamente, como el agua irviendo; por eso no hay partículas que permanezcan invariablemente en un Chakra. La totalidad de las particulas del cuerpo astral pasan por todos y cada uno de ellos.
Cada Chakra posee la función de despertar cierto poder de reacción en las particulas que pasan por él; un Chakra despierta el poder de ver, otro el de oír, y así sucesivamente.
Ninguno de los sentidos astrales está propiamente localizado, ni confinado en una parte concreta del cuerpo astral. Es más apropiado decir que todas las particulas del cuerpo poseen la capacidad de reaccionar. Por tanto el hombre que haya desardo la visión astral puede ver igual de bien objetos que estén delante, detrás, arriba, abajo o a los lados.
Los Chakras astrales y etéricos mantienen una estrecha correspondencia; pero entre unos y otros, hay una envoltura o tela de textura apretada, compuesta por una sola capa de atomos físicos muy comprimidos e impregnados de un tipo especial de prâna. La vida divina, que por lo general va desde el cuerpo astral hasta el físico, está sintonizada como para atravesar fácilmente esta cobertura; pero es una barrera infranqueable para todas las fuerzas incapaces de emplear la materia de ambos planos. Esta tela es una protección natural para evitar que se abra prematuramente la comunicación entre los planos, lo cual no haría más que provocar daños.
La conciencia del hombre corriente aún no puede utilizar materia atómica pura, ni física ni astral; por lo tanto, no suele tener comunicación conciente entre los dos planos. Para conseguir tal comunicación la manera más adecuada es purificando los vehículos hasta que la materia atómica en ambos esté totalmente vivificada.
Referencias:
El cuerpo astral de Arthur E. Powell
Textos variados de C.W. Leadbeater